En esta ocasión he decidido hablar de micropigmentación porque, aunque es una especialidad dentro de la estética cada vez más conocida, todavía suscita muchas dudas. Se suele confundir con los tatuajes, pero no es un tatuaje. En la micropigmentación se inserta pigmento, pero de forma más superficial. Por eso los tatuajes son permanentes, y la micropigmentación no lo es. De ahí, que se denomine muy frecuentemente, maquillaje semipermanente. Esto es muy interesante, porque permite que se pueda modificar con el tiempo. Dura aproximadamente dos años y, aunque no es que se borre al completo, sí va perdiendo intensidad. En todo caso, puede retocarse para conseguir un acabado perfecto, y dar mayor intensidad al color, o dejar que se quite a medida que va pasando el tiempo.

Lo primero que se hace es una consulta, para explicar entre otras cosas lo que acabo de decir, que no es un tatuaje. Se atiende a cuál es el deseo de cada persona para valorar que sea posible, se hace un diseño, se explica cómo va a ser el proceso, contraindicaciones y precauciones y se resuelven todas las dudas que puedan surgir. Una de ellas, por ejemplo, es la seguridad que ofrece esta técnica. En este punto, lo más importante es que los materiales que se emplean son desechables, en su totalidad.

En cuanto a sus aplicaciones, la micropigmentación tiene dos vertientes, la puramente estética y la paramédica.

Micropigmentación estética

Dentro de la parte estética, se incluye toda la micropigmentación facial, es decir, las cejas, los labios y el delineado de ojos.

La micropigmentación de cejas es una de las más demandadas. Recurren a ella las mujeres que han perdido pelitos en las cejas, ya sea por abuso de la depilación, por la pérdida del vello en esa zona secundaria al paso del tiempo, porque se quiere dar mayor intensidad al marco de los ojos, de la mirada, o por variar en la medida de lo posible la forma natural de las mismas. Como profesional, siempre empleo la técnica pelo a pelo, que consigue un realismo asombroso.

El perfilado de labios es muy frecuente en aquellas mujeres que se pintan los labios diariamente, y que quieren estar impecables en todo momento. También es muy interesante porque permite corregir pequeñas asimetrías que la mayoría tenemos, e incluso agrandar ligeramente el tamaño de los labios.

Y, por último, el delineado de ojos. Este no pretende ser como un maquillaje al uso, aunque hay personas que solicitan una línea como la que acostumbran a pintarse; personalmente me encanta el delineado sutil, que marca e intensifica las líneas superiores o inferiores de los ojos. Es una forma de simular mayor espesor en las pestañas, de abrir la mirada y de potenciar la belleza de los ojos, que no hay duda que es un punto clave en la belleza del rostro.

Además de la comodidad de tenerlo siempre hecho, ni que decir tiene lo gratificante que es el hecho de que no se corre, no se mueve, siempre sale bien y siempre está impecable.

Micropigmentación paramédica

La micropigmentación paramédica resuelve temas diversos, como camuflar las cicatrices posteriores a la cirugía. Es muy común emplearla en las cirugías de mama, por ejemplo, que son tan frecuentes, tanto de aumento como de reducción, camuflándose el color blanquecino de la cicatriz con un tono color piel.

También se emplea en el cáncer de mama. En los casos de mastectomía, y una vez reconstruida la mama, es posible, gracias a la micropigmentación, crear a través de colores la areola y el pezón, para que a nivel óptico se vea lo más real posible. Es muy satisfactorio y ya la mayoría de cirujanos lo recomiendan. Estos tratamientos suelen tener mayor duración porque las zonas se exponen menos al sol y, normalmente, se revisa a los dos o tres años, puesto que puede perder intensidad por la propia regeneración de la piel.

Precauciones que debemos tomar

Esta técnica tiene pocas contraindicaciones, aunque entre ellas están los diabéticos tipo 1, o ciertos medicamentos que precisan consentimiento médico.

A parte de esto, entre los cuidados que hay que tener, o precauciones, la más importante es el sol. Por eso, estos tratamientos se suelen realizar entre octubre y mayo. Y si queremos realizarlo fuera de estas fechas, hay que hacerlo extremando las precauciones y, por supuesto, dejándose asesorar por el profesional.

Más información: www.estelabelleza.com