Las aguas continúan bajando turbias en Jove. El Defensor del Pueblo, en un escrito firmado por su titular en funciones, Francisco Fernández Marugán, y fechado el día 21 del pasado mes, insta a la consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medioambiente del Principado a "que indique si va a incluir en las autorizaciones ambientales integradas" de las instalaciones objeto de queja -una cementera, una térmica y una siderurgia- "nuevas medidas para prevenir y corregir la contaminación atmosférica por mercurio, estableciendo valores límite de emisión, obligaciones de medición, seguimiento y notificación más frecuentes u otras necesarias para evitar la acumulación del contaminante en el suelo y en el agua".

El escrito apoya la queja promovida por José Roberto Fernández Caspio, vecino de la zona, respecto a la "contaminación por mercurio y otras sustancias tóxicas" en las fuentes de la Piquera, el Muselín y la Parra de la parroquia gijonesa de Jove. Una lucha que Fernández comenzó hace ya un lustro y que ahora ve nuevamente sus frutos. "Es muy peligroso, este tipo de sustancias son lo peor que puede haber", enfatiza Fernández, "con el Ayuntamiento no hay nada que hacer, pero desde la consejería tienen que poner algún remedio. Sabemos que no se va a descontaminar, porque eso sería un milagro, pero por lo menos impedir que vaya a más".

Y en ese sentido aboga el Defensor del Pueblo: "al revisar las autorizaciones ambientales integradas, esa consejería se asegure de que se imponen al titular todas las medidas precisas para evitar que las concentraciones de mercurio existentes se incrementen como consecuencia de la acumulación resultante de un proceso continuo de producción sobre una zona ya de por sí caracterizada por una presencia anómala de mercurio".