La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PABLO ÁLVAREZ MEANA | Hijo del dueño de la pastelería La Suiza

"La CNT se comporta como la mafia siciliana, cobrando el impuesto revolucionario"

"No pararemos hasta meter en la cárcel a la trabajadora que denunció a mi padre y al secretario general del sindicato"

Pablo Álvarez Meana, de la pastelería La Suiza, con la sentencia que absuelve a su padre. ÁNGEL GONZÁLEZ

La lucha de la familia Álvarez Meana, propietaria de la pastelería "La Suiza", por limpiar su honor no ha hecho más que empezar. Tras casi dos décadas de negocio se vieron abocados al cierre por la presión que sobre ellos ejerció el sindicato CNT -que realizó hasta 16 escraches ante su puerta- acusando al maestro pastelero José Álvarez Rodríguez de acosar sexualmente a una trabajadora, que desde el primer momento contó con el apoyo del sindicato anarquista. Ahora, después de que la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias acaba de cerrar definitivamente -ratificando otros dos archivos anteriores de la causa en Juzgados de instrucción- la denuncia por acoso sexual que la trabajadora presentó contra su exjefe, son los Álvarez Meana quienes no pararán "hasta meter en la cárcel" a los responsables de las "calumnias" vertidas contra ellos y con las que empapelaron media ciudad. Pablo Álvarez Meana, hijo del pastelero afectado, ejerce como portavoz de una familia que ahora busca justicia.

- ¿Se acabó el calvario para su familia?

-El auto es firme y ya es el tercer archivo a lo largo de todo el procedimiento. Para nosotros es una gran tranquilidad, aunque estábamos tranquilos porque sabíamos que éste iba a ser el resultado. Pero socialmente, ahora tenemos la tranquilidad de que mi padre no cometió ningún delito de abuso sexual contra la trabajadora. Lo sabíamos en la familia, pero ahora podemos demostrar ante la sociedad que es inocente.

- ¿Cuál será el siguiente paso de su familia?

-Para nosotros esto es una pieza que acaba de empezar. Como acusación particular, no vamos a parar hasta meter en la cárcel a la trabajadora que denunció a mi padre y al secretario general de la CNT de Gijón, que fueron quienes inventaron esta calumnia. Tanto el fiscal como el auto del juez reconocen que son motivos espurios los que llevaron a interponer esta denuncia. Esto nos permite abrir un procedimiento penal contra la trabajadora por interponer una denuncia con motivos y móviles espurios.

- ¿Las acciones que tomen serán contra toda la CNT?

-Nuestras acciones van solo contra la CNT de Gijón, porque en el resto de Asturias y de España la CNT funciona como un sindicato más, pero en Gijón, por culpa del secretario general que tiene, se comportan como la mafia, como la camorra siciliana cobrando el impuesto revolucionario.

- ¿Les llegaron a pedir dinero por retirar la acusación?

-Todo empezó así, el 4 de mayo, pidiendo dinero. Nos pidieron tres cosas a cambio. Primero, que quitásemos el juicio penal contra el novio de la trabajadora, que amenazó de muerte a mi padre y rompió un frigorífico en la pastelería. En segundo lugar, que se quitase la denuncia contra el sindicato por el escrache que nos habían hecho el 1 de mayo como aviso. Y, tercero, que les pagásemos 6.039 euros, una cifra que luego elevaron a los 14.000 euros. Nos dijeron que si no accedíamos iban a ir a muerte hasta conseguir cerrarnos el negocio. Como no cedimos, empezaron a llevar a cabo los escraches, en los que acusaban a mi padre de acoso sexual y a difundir carteles por la ciudad y en internet. Nos preguntábamos si para la CNT el acoso sexual tiene un precio, porque si pagábamos el dinero no había acoso sexual. Eso es lo grave de todo.

- ¿Cuánto tiempo ha durado este doloroso proceso?

-Todo empezó el 4 de mayo de 2017 y la confitería se cerró el 24 de septiembre del año pasado. Duramos cinco meses. Después de 19 años de trabajo familiar. El 16 de abril de 1999 se abrió el negocio. Mi padre tenía un gran reconocimiento internacional como maestro pastelero. Ahora se encuentra con 53 años sin trabajo, y sin posibilidad de que le contratasen en este tiempo por la mancha que pesaba sobre él de agresión sexual.

- ¿Tratarán de reabrir el negocio?

-Mi padre está tan tocado psicológicamente que declina volver a abrirlo como pastelería. Tampoco quiere trabajar en el sector. Ha movido su currículo, pero nadie le ha querido contratar, ni en Asturias ni fuera. Ha quedado traumatizado por lo vivido.

- ¿Buscarán que les indemnicen por el daño moral y económico causado?

-Hay una querella criminal en la que está imputada toda la cúpula de la CNT, hasta 26 miembros. Está la trabajadora, el sindicato como tal, su secretario general y el resto. La mitad ya declararon en noviembre y el resto lo hará en abril. Les pediremos la correspondiente indemnización civil a todos los investigados por el valor que tenía el fondo de negocio, que fue lo que nos hundieron, que era la forma de vivir de mi familia.

- ¿Creen que fue algo personal?

-Creo que hubo tintes políticos al militar yo en el Partido Popular. Eso lo sabía la trabajadora y sé que contó de mis reuniones con políticos del partido. Se metían conmigo también en esos escraches. Creo que por ahí también hicieron más presión.

- ¿Algún otro frente más abierto contra la CNT?

-Hay otra denuncia contra el sindicato por asociación ilícita. No solo nos extorsionaron a nosotros, también a otros 25 negocios de Gijón. Es una práctica que solo hacen aquí, es como una mafia siciliana que cobra el impuesto revolucionario para vivir. De todos esos negocios he contado con varios que han firmado y declarado ante el juez que sufrieron las extorsiones. Negocios de todo tipo y que alguno tuvo que cerrar como nosotros. Este tema todavía está el Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón.

- Les queda un largo camino judicial.

-Mi padre y yo quedaremos satisfechos cuando entren en prisión la trabajadora que le acusó de agresión sexual, el secretario general de la CNT de Gijón y cuando disolvamos a la CNT como asociación ilícita en la ciudad.

Compartir el artículo

stats