La lacra de la violencia de género no cesa en ninguna ciudad y Gijón no es una excepción. Se mantiene con un goteo constante. Este pasado fin de semana dos hombres fueron detenidos por agredir a sus respectivas parejas, ambos de nacionalidad española y de 35 y 27 años de edad respectivamente. En ambos casos, las mujeres afectadas por estas agresiones declinaron denunciar los hechos pese a la insistencia policial.

El primero de los implicados, que responde a las iniciales de O. V. R. y de 27 años, se personó él mismo en la jefatura de la Policía Local a las 21 horas del domingo. Lo hizo acompañado por su esposa para declarar que habían mantenido una fuerte discusión en el domicilio familiar que ambos comparten en la calle Concejo de Grandas de Salime, próxima al parque de El Lauredal. Tras la discusión, el detenido había empujado a su pareja sentimental. Es por ello que la Policía Local de Gijón le arrestó por violencia de género.

El otro caso, que tuvo como protagonista a otro vecino de Gijón, éste de 35 años, ocurrió también en la jornada dominical, al mediodía. Sobre las 14 horas un vecino de la pareja alertó a la Policía Local de que estaba escuchando gritos y golpes en la vivienda. Los agentes, al llegar al domicilio en cuestión se encontraron a la mujer con los labios ensangrentados y en estado de pánico y ansiedad. Los policías comisionados trataron de calmar a la mujer y le ofrecieron asistencia sanitaria, algo que ella declinó pese a la insistencia policial. Además, cuando los agentes le preguntaron por el paradero de su marido se mostró reacia a facilitar los datos de su pareja. Sólo les dijo que llamaría a su madre para que la recogiese y así abandonar la vivienda.

Poco después acudió con su marido a la Comisaría, donde una vez más rechazó la ayuda que se le ofreció por parte de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. No obstante, el vecino que puso sobre aviso a la policía aseguró que las riñas en el domicilio en cuestión son habituales pero que "últimamente han aumentado en intensidad y son cada vez más frecuentes", según desvelan fuentes municipales. En ambos casos, y siguiendo el protocolo habitual, se presentaron cargos contra los dos hombres por malos tratos y será el juzgado quien deba dirimir sobre el asunto, aunque no haya denuncia presentada de las presuntas víctimas.

La violencia de género es una lacra que no cesa. El último caso denunciado en Gijón el pasado mes tuvo que ver con la agresión a una mujer por negarse a prostituirse en beneficio de un proxeneta de nacionalidad rumana.