Un hombre de 47 años, que declaró a principios de marzo como acusado por dejar tuerto a un septuagenario en el barrio de Nuevo Gijón, ha sido condenado por la Audiencia Provincial a una pena de dos años de prisión y al pago de una indemnización de 3.940 euros por las lesiones y 60.750 euros por las secuelas generadas. Una pena notablemente inferior a los diez años que pedía el Ministerio Fiscal por estos hechos ocurridos un año antes en la calle Camino de las Maravillas de Gijón.

En la vista oral, las versiones de víctima y condenado fueron completamente dispares. El procesado sostuvo que intervino para mediar en favor de una vecina a la que el denunciante estaba increpando. Éste agarró una pala y quiso pegar al acusado, que trató de arrebatarle la herramienta y provocó así la caída del septuagenario. "Bien sabe Dios que yo no le pegué", alegó el acusado, pero ha sido condenado por el incidente a dos años.