"¿De qué conoce usted a la acusada?", le preguntó el presidente del tribunal a la víctima de una agresión ocurrida en un pub de la calle Rodríguez San Pedro. "De que nos peleamos", respondió espontáneamente la víctima de los hechos, y denunciante, que atribuye a la acusada un delito de homicidio en grado de tentativa y le pide seis años de cárcel. Una respuesta que no pasó desapercibida para el ministerio fiscal -que sólo ve en los hechos un delito de lesiones, con pena de un año y dos meses de cárcel- e incidió en ello al inicio de sus preguntas. Incluso logró que la denunciante reconociese que ella también había agarrado del pelo a su atacante y que ésta no llevaba en la mano ningún objeto con el que pudiera haberle provocado dos cortes -uno en la ceja izquierda y otro en la región submandibular derecha- que generaron sendas cicatrices. No obstante, incidió en que la acusada trató de matarla. "¿Cómo quiso matarla si no tenía nada en la mano?", incidió el presidente de la Sección Octava. La joven denunciante incidió en que sí, en que quiso matarla pero que no sabía con qué le había herido en el rostro.

Sobre el origen de las heridas giró toda la vista oral, celebrada en la mañana de ayer. Ninguno de los testigos declaró haber visto a la acusada ni con un cuchillo ni un vaso de cristal o botella en la mano con lo que provocar el corte. Se habló de anillos o pulseras que pudiesen provocar ese corte, incluso de cristales rotos en el suelo con los que cortar a la víctima. Los forenses declararon que era prácticamente imposible, por la forma de la cicatriz examinada, que el corte fuese motivado por un cristal en el suelo -un extremo que tampoco calificaron como imposible del todo, porque "en medicina no hay nada imposible", acuñó uno de ellos- y se decantaron más por un "objeto inciso cortante".

La acusada, de nacionalidad ucraniana y en situación regular en España, declaró que el incidente "fue una pelea mutua que acabó en desgracia; pero ni utilicé un arma ni quise matarla", apuntó. La Fiscalía le pide un año y dos meses de cárcel por un delito de lesiones a sustituir por seis años de expulsión y su defensa la libre absolución. Quedó visto para sentencia.