Sigue siendo un tema tabú en la sociedad pese a que los casos de suicidios consumados o frustrados se suceden en Asturias prácticamente a diario. Un problema que, además, no entiende de género ni de edad. El pasado domingo, al mediodía, fue un joven de 21 años el que trató de saltar al vacío desde el cerro de Santa Catalina, en las inmediaciones del "Elogio del Horizonte". Lo hizo a plena luz de día y solo gracias a la rápida intervención de dos agentes de la Policía Nacional se evitó un trágico desenlace, aunque eso pusiese en riesgo la vida e integridad física de los policías. Un suceso que ocurrió apenas cuatro días después de que un joven de 23 años, también se Gijón, se arrojase a las vías del tren.

El último episodio de estas característica ocurrió sobre las 14.20 horas del domingo. Una dotación policial que patrullaba por la plaza de El Humedal recibió la llamada de un joven de 22 años en la que pedía auxilio para localizar a un amigo suyo que se encontraba "muy deprimido" y que le comentó que estaba por las proximidades de escalera 0 de la playa de San Lorenzo, conocida como la Cantábrica. El alertante aseguró que temía por la integridad de su amigo y que éste pudiese atentar contra su propia vida. Ante este escenario, los agentes pusieron rumbo al lugar indicado y, pese a que en un primer momento no le localizaron, continuaron su búsqueda hasta el cerro de Santa Catalina, un entorno en el que en la última década han sido halladas muertas hasta 16 personas.

En las inmediaciones del "Elogio del Horizonte" encontraron al joven de 21 años. Los agentes trataron de tranquilizarle y convencerle de que hablase con ellos. Lejos de lograr que se calmase, el joven optó por aproximarse al acantilado con ademán de lanzarse a las rocas. Justo cuando iba a llevar a cabo su amenaza, los agentes saltaron hacia él y lo sujetaron, en el aire, por su ropa para ponerlo a salvo sobre la hierba. El joven comenzó a forcejear con ellos, trató de zafarse y quitarse la ropa para soltarse y así lanzarse al vacío. No sin riesgo para su integridad, los policías lograron ponerle a salvo en una zona llana y solicitar asistencia sanitaria para el joven, que fue trasladado al hospital para un exhaustivo examen psiquiátrico.

Los denominados auxilios humanitarios que realiza la Policía Nacional supusieron en 2017 en Gijón un total de 468 intervenciones de las que el ochenta por ciento sirvieron para evitar un suicidio, es decir, más de 350 casos. La mayoría de ocasiones, y como ocurrió en este caso, la alarma la emitió una persona del entorno de la posible víctima. El año pasado, desde el Teléfono de la Esperanza, se lanzó la campaña "Lo que no se habla, no existe. Y el suicidio existe" para mentalizar a la sociedad sobre la necesidad de hablar del tema y así tratar de evitarlo. En Asturias el teléfono de contacto es el 985225540.