"La obra no estaba para ser recepcionada". Así de contundente se mostró ayer el edil socialista César González al hablar sobre la obra de Marqués de San Esteban, que el Ayuntamiento de Gijón dio por recibida el pasado 22 de febrero, 15 meses después de su inicio, cuando la previsión era de apenas cinco.

"Las cosas van lentas, pero además van mal", sentenció González que no ocultó su preocupación ante la posibilidad de que se tenga que volver a iniciar la obra para suplir las "evidentes carencias detectadas". "Tememos que las losas tengan que acabar levantándose otra vez", aseguró el edil socialista. Su preocupación se basa en que, tras un recorrido por la calle, en compañía de vecinos de la zona, contabilizan, entre otros defectos, "más de un centenar de baldosas rotas, grietas en el pavimento continuo, juntas entre baldosas y pavimento que presentan una diferencia de cota de hasta dos centímetros y cables sueltos en el techo".

"No es de recibo que un mes después de dar la obra por finalizada esté así", censuró González, quien recuerda que el Ayuntamiento tiene un año de garantía respecto a las obras, solicitando "que aclaren qué actuaciones van a realizar" para solventar esas problemáticas, ya que la concejalía de Obras había remitido una serie de peticiones a la empresa para que solucionase los desperfectos existentes. "La garantía no es eterna", apuntilló González, que teme que tras el desembolso de la obra, "tengamos que hacer un gasto adicional para solventar los desperfectos".

Y González aún va más allá, arguyendo que "si han surgido problemas en tan poco tiempo con los materiales utilizados, éstos serán continuos", preguntándose si el gobierno tiene pensado cambiar las losas de arenisca por otras de un material más resistente.