Gijón estará irreconocible en unos años en lo que a tecnología y funcionamiento inteligente se refiere. Al menos, eso es lo que pretende el Ayuntamiento desde diversos frentes, tanto desde las Cátedras Gijón SmartCity y MediaLab como desde el programa Gijón-IN con todos los desarrollos que se están poniendo en marcha para convertir a la cuna de Jovellanos en una de las ciudades inteligentes más punteras de Europa. Para ello, a partir del próximo verano se desarrollarán en Gijón hasta 22 nuevos proyectos, a los que podrán optar las empresas que lo deseen, para alcanzar los objetivos de mejora de la gestión, control del gasto, mejora de la calidad, transparencia en el manejo de datos y generación de nuevas oportunidades económicas para las empresas locales.
Serán esas compañías precisamente las que podrán presentar sus propuestas de proyectos innovadores en cinco ámbitos diferentes, tal y como explicaron ayer los responsables de Gijón-IN. A saber: la digitalización del Ayuntamiento, la creación de servicios públicos inteligentes, la ordenación a través de un crecimiento inteligente, el desarrollo de un modelo turístico inteligente y el desarrollo de un plan de comunicación y un sistema de gestión basado en las nuevas herramientas digitales.
En cada uno de estos campos de trabajo sobre los que las empresas podrán compartir conocimiento de forma abierta y colaborativa y proponer soluciones útiles para la ciudadanía se proponen un total de 22 proyectos como el desarrollo de un sistema para la gestión integral del archivo municipal, el despliegue de infraestructura de red y sensores para un alumbrado inteligente en toda la ciudad, la puesta en marcha de estaciones de medida de la calidad del aire compuestas por un conjunto de sensores, la implantación de un sistema de conteo de bajada de pasajeros que permita registrar en cada momento la ocupación de los autobuses o la colocación de sensores en los edificios para lograr una gestión más eficiente y conseguir un ahorro energético.
Son sólo algunos de los ejemplos en los que Gijón trabaja ya y que recibirán un impulso después del verano para avanzar en el objetivo de convertir a Gijón en "una ciudad innovadora, inteligente e integradora", según indicaba ayer Rubén Hidalgo, responsable del Centro Municipal de Empresas, que explicaba también cómo se trata de involucrar a la ciudadanía en todos estos cambios a corto y medio plazo. De hecho, está previsto llevar a cabo una actividad educativa piloto con el colegio Cervantes en la que se involucrará a padres, abuelos, alumnos y profesores en los cambios digitales y las nuevas herramientas que regirán la ciudad del futuro. Porque de lo que se trata es de que "la ciudadanía entienda que esto es algo que resuelve problemas reales y que es totalmente útil para ayudar a mejorar la calidad de vida".
Los frutos de este esfuerzo modernizador y de digitalización ya llegan de hecho a la ciudad en forma de premio. Gijón acaba de ser galardonada por partida doble en el Congreso Nacional sobre Innovación y Servicios Públicos. El primero de los premios distingue los resultados de los grupos de trabajo colaborativo multidisciplinar por el proyecto "Adecuación a las Leyes como oportunidades para la mejora de la gestión y la transparencia de la administración municipal". El segundo premio corresponde al mejor proyecto SmartCity por el proyecto "Gijón, de la SmartCity a un CityLab", que muestra los proyectos que se pondrán en marcha durante las próximas semanas en las inmediaciones del parque de Begoña y que permitirá a los ciudadanos interactuar con las luminarias, las fuentes y los pasos de peatones, así como el laboratorio que se está instalando en la Escuela Politécnica de Gijón para el desarrollo tanto de proyectos de investigación como de experimentación de la propia Universidad y de las empresas del Clúster TIC, también involucradas en el proyecto Gijón-IN.
Por otra parte, Gijón también acaba de ser elegida por la iniciativa "Urbact" para transferir su modelo de uso de las tarjetas ciudadanas a otras ciudades europeas. La ciudad liderará por un periodo de seis meses un proyecto para la mejora de este servicio en dos ciudades de Rumanía y Letonia. Tras este periodo nuevas ciudades podrán sumarse a la red, con lo que se dará más difusión aún a la tarjeta ciudadana gijonesa.
