La CNT de Gijón y varios empresarios de la ciudad, en especial los propietarios de pastelería La Suiza, llevan tiempo con su relación en los juzgados y cruces públicos de acusaciones. El secretario general de la CNT de Gijón, Héctor González, defiende el sindicalismo en defensa de los trabajadores.
- ¿Cuál es la situación actual entre la CNT y la pastelería La Suiza y sus dueños?
-Hay demandas cruzadas de todo punto. Hasta el momento nosotros tenemos interpuesta la denuncia por acoso sexual a una trabajadora, ahora sobreseída. En nuestra contra está una denuncia por calumnias y hay, supuestamente, otra por extorsión y asociación ilícita, de la que nos hemos enterado por la prensa, pero que desde el Juzgado no se nos ha informado. Además, hemos tenido cinco denuncias por parte del hijo por amenazas de muerte y coacciones interpuestas contra miembros de la CNT. En cuatro de ellas hemos salido absueltos y hemos sido condenados solo en una, por llamarle 'pincelín'.
- El asunto de la agresión sexual está sobreseído, por tercera vez. ¿Siguen creyendo la versión de la trabajadora que denunció los abusos sexuales?
-Un sindicato no es un juzgado. Es una asociación de trabajadores para la defensa de ellos. Siempre defenderemos a los trabajadores si consideramos que la causa es justa y defendible. Independientemente de los medios probatorios que tengamos a nivel judicial. No nos arrepentimos de nada de lo que hemos hecho.
- ¿Aunque la justicia no les dé la razón?
-La justicia no es igual para todos. Se muestra muy indulgente con Urdangarín y a Rato, pero muy poco con Valtonyc. Acatamos sus decisiones, pero estamos para defender a los trabajadores. Vamos a defender a la trabajadora hasta las últimas consecuencias.
- Hay más empresarios que les acusan de asociación ilícita.
-Lo que hay es una campaña contra nosotros porque les duele el sindicalismo que hacemos, porque estaban acostumbrados a actuar como reyes de taifas. Y ahora han tenido que plegar. Es gente que tenía a trabajadores sin contrato, realizando horas extra a destajo y sin cobrar vacaciones. Incluso hay casos de esclavismo laboral. La Suiza y los demás llaman extorsión a que exijamos cumplir los convenios colectivos. Nos llaman extorsionadores aquellos que han sido condenados o conciliados por trabajadores sin contrato, jornadas de 60 horas, sueldos 300 euros por debajo del convenio. Esa es la gente que nos llama extorsionadores pero nosotros hacemos sindicalismo.
- ¿Son ustedes una mafia?
-Quienes nos dicen que cobramos el impuesto revolucionario como si fuéramos ETA tendrán que responder por ello. Igual se confunden en el orden de la frase. Igual es la mafia siciliana quien no quiere que los sindicatos metan cabeza en la hostelería.
