Reconoció ser culpable de un delito de desobediencia por un enfrentamiento que tuvo frente a dos agentes de la Policía Nacional -agredidos por otros procesados- antes de un partido que enfrentaba en El Molinón al Sporting contra el Deportivo de La Coruña. Aceptó una pena de seis meses de cárcel después de llegar a un acuerdo con el Ministerio Fiscal y la acusación particular. Llegaron a un acuerdo para mantener la libertad a cambio de una serie de medidas que aún están por fijar en ejecución de sentencia, pero en las que se preveía no delinquir durante los próximos años, no tener contacto con grupos radicales y no ser identificado en ningún disturbio. Ahora, solo cuatro días después está detenido en los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo por su supuesta implicación en el asalto al pub de Cimavilla en el que se estaba celebrando una fiesta del Unión Club Ceares.

El detenido, un joven de 24 años y que responde a las iniciales A. F. G., declaró el pasado jueves 5 de abril ante el titular del Juzgado de lo Penal nº 1 de Gijón y se conformó con la petición de cárcel de seis meses por un delito de desobediencia. Mantener la libertad, se acordó, estaría supeditado a varios requisitos que el juez dictaría en ejecución de sentencia, pero ahora esa magnanimidad podría estar en el aire.

Además de este joven, hay otros cuatro detenidos por el asalto a un pub de Cimavilla al que accedieron armados con objetos contundentes no menos de diez encapuchados que lucía símbolos neonazis, según los testigos, y que están vinculados al grupo radical "Ultra boys", según palabras del delegado del Gobierno en Asturias, Mariano Marín.

Investigación abierta

La investigación policial sigue su curso para esclarecer lo ocurrido y los agentes se encuentran tomando declaración a los testigos y víctimas del asalto para así tratar de identificar al resto de implicados, que huyeron del lugar a los pocos minutos del asalto y antes de que se personaran las dotaciones policiales, que fueron alertados por el dueño del negocio. Según figura en las denuncias, unas diez personas con sus rostros tapados accedieron armados al bar, aunque sostienen que hubo más miembros del grupo que se quedaron a la puerta.

La Policía Nacional sigue trabajando con las imágenes grabadas desde el exterior del local. Según ha podido saber este periódico, en las imágenes se ve cómo los atacantes se tapan la cara con diferentes prendas antes de entrar al local hostelero. Es por ello que se esperan más detenciones en las próximas horas.