El barrio de Nuevo Roces inicia hoy una nueva fase en su lucha por mejorar la dotación educativa de la zona. Tras recibir l jarro de agua fría por parte del propio consejero de Educación, que reconoció a los portavoces vecinales que aún no hay datos poblacionales que justifiquen la creación de un colegio, en el barrio no se dan por vencidos. Y más cuando de forma inmediata se les abrió otro frente: el escaso número de plazas de autobús hacia los colegios Noega y Piñole (en Contrueces, los más cercanos al barrio) que van a quedar libres para el próximo curso. Según su cálculo, dichos centros van a disponer de tres autocares con 170 plazas, de las que ya están comprometidas 154.

Las familias temen que a partir de ahora haya muchos niños que tengan que ser derivados al colegio Alfonso Camín, más lejano. De ahí que hoy a las 8.35 horas esté prevista la primera acción: retrasar la salida de los autobuses escolares del barrio bajo el lema "O vamos todos, o no va ninguno". La batalla seguirá en días siguientes, con la asistencia el miércoles al pleno municipal; y el viernes, con un recorrido de protesta desde el parking de Peritos a la sede del PSOE en la calle Argandona.

Ayer también se trató en la Junta del futuro sanitario del barrio. El PP quiso forzar un compromiso del Consejero, Francisco del Busto, para que concretase cuántos médicos se van a destinar al consultorio y cómo afectará al centro de salud Contrueces. Sólo hubo acuerdo en el reconocimiento de que ahora mismo en Contrueces hay 2.385 tarjetas sanitarias que corresponden a población de Nuevo Roces. Y que el crecimiento en los últimos años del barrio (hasta llegar ahora a casi 4.800 empadronados) ha refrendado la necesidad del consultorio.