Los cinco detenidos hasta el momento por el ataque neonazi en un pub de la calle Óscar Olavarría, que albergaba una fiesta con seguidores del Unión Ceares el pasado fin de semana en Cimavilla, cuentan con antecedentes por diferentes delitos y están vinculados o pertenecen al grupo Ultra Boys. Todos ellos, a la espera de que la policía concluya las diligencias, pasarán a lo largo de esta mañana a disposición judicial, cuatro de ellos acusados, en un principio, de un delito de desórdenes públicos, mientras que en el caso de Illán M. A., de 21 años, -al que señalan como autor del golpe que recibió en la cabeza uno de los clientes del bar, quien trató de expulsarles del local y que además el próximo mayo afrontará una pena de dos años de prisión por patear a un policía fuera de servicio-, deberá responder presumiblemente por un delito de lesiones. La investigación policial permanece abierta y se esperan nuevas detenciones puesto que las denuncias presentadas, y en el vídeo aportado, se observa la presencia de al menos diez personas. Hay más identificados.

Además de Illán M. A., los otros cuatro detenidos por el momento tienen respectivamente 24, 29, 32 y 34 años. Este último, el de mayor edad, optó por entregarse voluntariamente en Comisaría a última hora del lunes después de saber que la policía le estaba buscando. Otro de ellos, el de 24 años, responde a las iniciales A. F. G. y sólo tres días antes del asalto al local de Cimavilla había llegado a un acuerdo con el Ministerio Fiscal por el que aceptaba seis meses de cárcel al reconocer un delito de desobediencia cometido durante los incidentes registrados en el entorno de El Molinón antes de un partido contra el Dépor. En esa causa está procesado junto a otros dos ultras que atentaron contra una agente de la Policía Nacional.

En la vista oral por este caso, celebrada el jueves, se acordó revisar los antecedentes para que, una vez se ejecutase la sentencia -lo que aún no ha ocurrido- se plantease la posibilidad de llevar a cabo una suspensión de condena, muy condicionada a una serie de medidas que el juez dictaría en un auto judicial. De entre las que se valoraron, además de no delinquir, estaba la de ni siquiera ser identificado en un incidente ni reunirse con miembros de Ultra Boys. Pero tres días después de esta advertencia para eludir la cárcel ha vuelto a ser detenido.