Con 65 años recién cumplidos, el traumatólogo gijonés Gonzalo Acebal Cortina ha tenido que colgar el pijama verde que le acreditaba como cirujano de la sanidad pública asturiana. Y, con ello, deja vacante la jefatura del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatológica del hospital de Cabueñes, en la que llevaba de facto desde el año 2014, tras la jubilación del anterior responsable el doctor Antonio Murcia Mazón.

Acebal Cortina, que seguirá en el ejercicio privado de la traumatología, cierra una etapa de más de tres décadas en el hospital de Cabueñes -de los 42 años que lleva ejerciendo la profesión-, siendo un referente de la patología de columna de la sanidad pública gijonesa y asturiana. Desde el año 2000 tenía responsabilidad en dicho área, ya que fue entonces nombrado jefe de sección de raquis. Una subespecialización en la que siempre reconoce la intervención de Murcia Mazón, interesado como estaba en que los cirujanos de su equipo se formaran internacionalmente en diversas áreas de trabajo.

Gonzalo Acebal Cortina se formó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, donde comenzó a estudiar en 1970. Su vocación la orientó un profesor de su colegio, en la etapa de Bachiller, que le vio condiciones para la medicina. Sin tradición familiar en el sector, "mi padre sólo me preguntó el coste de esa carrera, y cuando se lo conté me puso la condición de que aprobara todo en junio y que trabajara en verano", relataba el propio facultativo en una entrevista. Por la cirugía le decantó su madre, que le vio habilidades para la costura. Nunca olvida que tras sus primeras prácticas como cirujano llegó a dudar de que tuviera algo imprescindible para ejercer: lo que los especialistas llaman "tener manos". Superadas las dudas, el ejercicio de la traumatología nunca le ha defraudado y hasta el último día en Cabueñes disfrutó de una profesión que, dice "no la hay más bonita en el mundo. Si empezara hoy, empezaría de nuevo Medicina".

Acebal Cortina es otro de los veteranos profesionales sanitarios asturianos con los que la normativa regional de jubilación cumplidos los 65 años es inflexible. Y eso, pese a que esta misma semana en la Junta el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, reconocía las dificultades del sistema para encontrar refuerzo de profesionales de Traumatología con los que afrontar el gran problema de la demanda de consultas y la lista de espera.

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