Los cinco detenidos hasta el momento por el ataque de tintes neonazis a un bar de Cimadevilla han mantenido ante la Policía Nacional un discurso de los hechos unitario, en el que niegan que fuesen armados con palos y martillos y en el que engloban lo ocurrido en un contexto de violencia también ejercida desde grupos enemigos vinculados a la extrema izquierda.

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De hecho, su versión de lo sucedido en la madrugada del sábado al domingo pasado difiere mucho de las acusaciones que han vertido contra ellos los denunciantes de la agresión, quienes relataron un asalto al bar con la utilización de objetos contundentes -barras de hierro y martillos, según reflejan las denuncias-, y sin ningún tipo de altercado o discusión previa.

Los cinco detenidos, que permanecen en los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo, ofrecieron en la tarde de hoy la misma versión de los hechos a los agentes al frente de la investigación. En su relato se remontan a hace una semana, cuando Illán M. A. -uno de los principales detenidos, al que se relaciona en las denuncias directamente con la agresión en la cabeza de la única víctima que precisó de atención sanitaria- resultó agredido, según cuentan, en los Jardines del Náutico por varias personas, entre cuatro o cinco individuos. Contextualizan así lo sucedido en un marco de una disputa con integrantes de la extrema izquierda.

Según continúan relatando los acusados del asalto al bar de Cimadevilla, uno de los agresores del joven Illán M. A. le volvió a increpar este fin de semana, la misma noche del incidente, en la plaza del Marqués. "Las vas a llevar otra vez", relataron que le dijo a Illán M. A. este otro individuo que, según su versión, le había agredido días atrás.

Acto seguido y tras proferir la amenaza a Illán M. A. -siempre según la declaración que han mantenido los detenidos en dependencias policiales- el individuo echó a caminar y le vieron subir a Cimadevilla por la cuesta de Óscar Olavarría, por donde decidieron seguirle.

Entonces, sostuvieron en presencia de su abogado, le perdieron la pista y pensaron que podría haberse escondido en el bar donde se registraría el incidente, "La Folixa", donde se celebraba una fiesta del Unión Club de Ceares, equipo con una parte de simpatizantes vinculados a la izquierda radical y conjunto que ya denunció previamente otros ataques de miembros de extrema derecha de los "Ultra Boys".

Al intuir que el individuo al que seguían se había metido a "La Folixa", decidieron, según contaron a los agentes, dirigirse al local. "Según entramos al bar nos empezaron a llover botellas", testificaron los ultras detenidos, que además hicieron hincapié en que ese día no portaban objetos contundentes, "como se aprecia en el vídeo".

Previsiblemente mañana pasarán a disposición judicial estos cinco detenidos, donde presumiblemente mantendrán la misma versión ante el juez.