Cerca de medio centenar de graduados en Náutica y Máquinas, másteres y nuevos titulados profesionales recibieron ayer sus diplomas en un acto solemne en la Escuela de Marina con la certeza de que "hay trabajo, estos estudios tienen futuro y casi todos los egresados están trabajando".

El nuevo director de la Escuela, Rubén González, lanzó un mensaje positivo para unos estudios que se han ido abriendo camino, porque "siempre ha sido una carrera un poco desconocida en este sentido, pero nuestro alumnos cada vez tienen más presencia e implantación laboral". Así, González recuerda que el 90 por ciento del transporte de mercancías es marítimo, lo que se suma al hecho de que "se están generando también muchos trabajos en tierra".

Los titulados en Máquinas son "muy cotizados" en el campo del mantenimiento industrial, en el que están encontrando trabajo sin esfuerzo. Y en cuanto a Puente, los graduados son reclamados para trabajar en administración marítima y en logística y transportes, explica el director del centro. El número de matriculados se mantiene en la Escuela, con un ligero repunte en el grado de Máquinas, y otro de los tradicionales escollos a los que se enfrentan estos estudios, la falta de oportunidades para que los alumnos hagan prácticas, "se va solventando poco a poco, aún cuesta y es difícil pero se embarcan más que antes", indica González.

Por otra parte, la Escuela se enfrenta al reto del relevo generacional en la plantilla, puesto que "en los últimos tiempos se ha ido jubilando mucha gente y no es fácil reponer al personal". Por un lado, se exige un currículum completo, con mucha experiencia, y por otro "no mucha gente se decide a dejar el sector privado para venir a dar clases", apunta el director.

El acto de ayer contó con la intervención del capitán de fragata Luis Jar Torre, quien pronunció la conferencia magistral titulada "Un abordaje con sorpresa. La explosión de Halifax de 1917". Y una veintena de alumnos recogieron los diplomas. El resto ya están trabajando.