Están en el punto de mira policial, social y deportivo, causando estragos en el orden público gijonés, pero sin embargo la Comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, no incluyó en su último informe del pasado mes de octubre al grupo Ultra Boys entre los más peligrosos del espectro futbolístico español. Algo que, según fuentes consultadas, tendrá que revisarse a no tardar porque "somos conscientes de que es un colectivo considerado radical o violento y que, además, está en la actualidad muy activo".
Ultra Boys, el colectivo de seguidores del Sporting de Gijón tres de cuyos miembros se encuentran en prisión provisional por un ataque neonazi en el barrio de Cimavilla la pasada semana, con otros dos miembros más en libertad con cargos -y al menos otros tantos están siendo investigados por la Policía- no aparece en un "listado provisional" realizado el pasado mes de octubre por la Comisión Estatal de Antiviolencia. El motivo, según aseguraron a este periódico fuentes tanto del Consejo Superior de Deportes como del Ministerio del Interior -entidades de las que depende-, es que esta enumeración se realizó "en base al número de sanciones en firme que tenían los miembros de estos grupos" y, en el momento de su realización, los gijoneses no tenían a sus espaldas "un número de sanciones relevantes". No obstante, las instituciones tienen clara la necesidad de revisión del documento.
En la actualidad son ocho los grupos más peligrosos expresamente citados por el Comité Antiviolencia, que éste remitió a la Real Federación Española de Fútbol. Jove Elx, seguidores del Elche; Avispero y Ligallo Fondo Norte, del Zaragoza; Iraultza, del Alavés; Malaka Hinchas y Frente Bokerón, del Málaga; Biris, del Sevilla; Riazor Blues, del Deportivo de La Coruña, y Frente Atlético, del Atlético de Madrid. Todos "han incurrido en las conductas definidas en los apartados primero y segundo del artículo 2 de la ley 19/2007, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, los comúnmente denominados 'grupos radicales y/o ultras'".
Este listado y la enumeración concreta se hace con el fin de la Federación lo notifique a los clubes responsables para que "prohíban el apoyo o promoción" de estos grupos de aficionados, con la "necesidad de evitar cualquier forma de promoción o visibilidad de estos grupos, tanto en encuentros en los que el equipo actúa como local como en calidad de visitante". Eso llevaría al extremo de controlar incluso que esos grupos no pudieran entrar al campo "con pancartas pequeñas, banderas pequeñas y bufandas con el nombre y símbolos de los grupos de aficionados infractores", como forma de intentar invisibilizarlos. Entre estos clubes no se encontraba el Sporting de Gijón, aunque podrá estarlo. Dejan claro desde la Comisión que esa enumeración "no es una lista cerrada. No quiere decir que los que no estén ahí incluidos no sean ultras o radicales, solo es un despiece del total, comunicado en unas circunstancias concretas" que ahora podrían variar.
De hecho, enfatizan, "es una foto fija, no un documento definitivo", que "se va a ir actualizando". Tanto en la Comisión, como en el Consejo Superior de Deportes como en el Ministerio del Interior, son conscientes de que "hay más grupos que tienen incidentes" y por eso "se están realizando estudios de diversos grupos ultras" con la intención de poder, de alguna forma, "controlarlos".
Hay que recordar que hace apenas unas semanas, el pasado 8 de febrero, la Comisión Antiviolencia propuso al Sporting para una sanción "muy grave" de 75.000 euros "por apoyar y favorecer las actividades del grupo radical Ultra Boys al permitir que varios aficionados pertenecientes a este grupo introdujeran y encendieran bengalas durante el entrenamiento a puerta abierta celebrado el pasado 3 de febrero en el estadio El Molinón", la sesión previa al derbi frente al Oviedo. Además, recoge el escrito, "al término del entrenamiento los jugadores del Sporting se arrodillaron en señal de alabanza y respeto hacia el lugar donde se encontraban los aficionados del grupo Ultra Boys". Precisamente, aquellos comportamientos que la Comisión Antiviolencia quiere erradicar del fútbol, evitando el "apoyo o promoción" de los clubes a estos grupos.
