"Creemos que fue un despiste, otra cosa no se explica". Esa es la impresión que tienen compañeros del grupo de montaña San Nicolás sobre el accidente fatal que le costó la vida el pasado sábado a su presidente, el gijonés Arturo Larroza Hevia, "Turi", cuando ascendía al pico Vigueras, en Peñamellera Baja, en los Picos de Europa, para preparar una ruta para el grupo de montaña. La autopsia no ha revelado que el gijonés, de 68 años de edad, sufriera ninguna indisposición cuando se precipitó desde una altura de 200 metros, agregan las mismas fuentes.

La ruta en la que se produjo el accidente no tenía peligro aparente y el día era bueno, según indican sus compañeros. Larroza había acudido a preparar la salida del grupo junto con su mujer, María del Carmen Fernández, quien se había quedado abajo esperándole mientras él ascendía al pico. Al cabo de más de cinco horas de espera sin que "Turi" regresara, optó por dar la voz de alarma. Su cadáver fue encontrado finalmente el pasado domingo por la mañana, en la cara noroeste del pico, casi en la base.

La iglesia de San Nicolás de Bari, en El Coto, acoge hoy martes a las seis de la tarde el funeral por el montañero gijonés Arturo Larroza Hevia, "Turi". Amigos y compañeros de montaña dieron ayer su pésame a la familia, en la sala sexta del tanatorio de Cabueñes, donde se encuentran los restos mortales del montañero, que hoy serán incinerados en la intimidad familiar. Arturo Larroza deja mujer y dos hijos.

Larroza fue presidente del grupo San Nicolás, radicado en el barrio de El Coto, durante los últimos 12 años, aunque llevaba vinculado a la montaña desde mucho antes. Era quien se dedicaba a planificar las rutas de senderismo desde hace tres décadas. También había presidido el club de fútbol del Ceares y fue piloto de rallies. Larroza fue compañero de pupitre del político Francisco Álvarez-Cascos en el Corazón de María, trabajó en el Aeropuerto de Asturias, en la construcción y también tenía negocios en Brasil.