Agentes de la Brigada de Información de la Comisaría de Gijón detuvieron a lo largo de la jornada de ayer a tres nuevos implicados en el ataque neonazi a un establecimiento hostelero de Cimadevilla en la madrugada del pasado sábado día 8 de abril. Los arrestados, pertenecientes al círculo del grupo "Ultra Boys", todos ellos vecinos de Gijón y de 36, 29 y 24 años, han sido arrestados como presuntos autores de un delito de desórdenes públicos, después de que en un bar de la calle Óscar Olavarría tuviera lugar un violento asalto: según los testimonios recabados por la Policía, corroborados por varias grabaciones, varias personas accedieron al local, en el que se celebraba una fiesta del Unión Club Ceares, armados con objetos contundentes con los que ocasionaron desperfectos e hirieron a uno de los clientes, al que causaron lesiones en la cabeza.

Con estos nuevos arrestos ya son ocho las personas vinculadas a este episodio, y la Policía considera que ya han sido detenidos todos los que accedieron al local y participaron activamente en la trifulca. La Brigada de Información de la Comisaría de Gijón se hizo cargo de la investigación una vez que quedó claro, según los testigos del suceso, que los agresores formaban parte del grupo radical "Ultra Boys", vinculado al Sporting de Gijón.

En los últimos días se identificó y arrestó a cinco de los jóvenes que participaron en la agresión como presuntos autores de un delito de desórdenes públicos. Tres de los cinco detenidos por el ataque neonazi ingresaron en prisión la semana pasada por orden de la jueza instructora del caso, Ana López Pandiella, tras declarar en el Juzgado de Instrucción nº 4 de Gijón. La magistrada dictó una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de lesiones agravadas por uso de instrumento peligroso para Illán M. A., por ser presuntamente el autor del golpe que recibió en la cabeza uno de los clientes del bar, a quien se le tuvieron que aplicar varios puntos. Igualmente, se le atribuye un delito de desórdenes públicos.

La jueza dictó la misma orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza, para otros dos detenidos: L. M. G. G. y A. F. G. Se da la circunstancia de que el último había aceptado días atrás una pena de seis meses de cárcel por un delito de desobediencia en la previa del encuentro frente al Deportivo de La Coruña hace un año en El Molinón, a cambio de no volver a delinquir. Ambos, junto con Illán M. A., ingresaron en el Centro Penitenciario de Asturias, mientras que quedaron en libertad los otros dos detenidos, D. B. Q. y J. M. G., a quienes también se les imputa un delito de desórdenes públicos y que tienen la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en sede judicial, y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros al bar del asalto y sus inmediaciones. Para la entrada en prisión de tres de los detenidos, -Illán M. A., A. F. G. y L. M. G. G.- fueron determinantes sus antecedentes penales.

Los tres nuevos arrestados pasarán a disposición judicial para prestar declaración en las próximas horas, según fuentes policiales. Dos de ellos, además, tienen antecedentes por su participación en trifulcas y reyertas anteriores, y como los demás arrestados forman parte de "Ultra Boys".

Los agentes encargados del caso iniciaron una segunda fase de las pesquisas gracias a la aportación de nuevas grabaciones del Ayuntamiento, de establecimientos de ocio y entidades bancarias que ayudaron a su identificación. Con las actuaciones policiales de ayer la Brigada de Información considera cerrada la operación, toda vez que los ocho arrestados serían los que accedieron al local y participaron activamente en la agresión y en los daños cometidos en el bar, por lo que "en principio no se esperan nuevos arrestos", informa la Policía. Aún así, se aportará a la autoridad judicial la identidad del resto de los acompañantes por si fuera necesario actuar contra ellos.

La Policía Nacional asegura que seguirá "trabajando intensamente para erradicar de la ciudad estos comportamientos intolerantes, violentos y radicales que atentan contra la seguridad de los gijoneses y contra la pacífica convivencia".