El Ayuntamiento de Gijón intentará paliar, a través de la denominada renta social municipal, la pobreza energética que sufren los vecinos del concejo que no pueden pagar la factura de la luz o el gas. Lo cierto es que este tipo de ayudas ya existían en Gijón. La novedad es que antes estaban incluidas en un plan de choque y ahora se meterán en la renta social municipal.

Los ediles de los seis grupos municipales de la Corporación han sido convocados el lunes a una junta rectora extraordinaria que, entre otros asuntos, incluye la tercera propuesta de modificación presupuestaria del año. En este caso se plantea dotar los capítulos de personal, gastos corrientes y transferencias de 2,5 millones más usando el remanente líquido de tesorería.

Hay una partida singular de 550.000 euros que se relaciona con la renta social pero no va destinada a esas compras directas que se hacen a través de las tarjetas del programa. El objetivo, una vez finiquitado el plan de choque que les daba cobertura, es incorporar una línea nueva dentro de la convocatoria de renta social para la concesión de ayudas que palíen la pobreza energética de las familias gijonesas. Así que la propuesta es que la aplicación presupuestaria se renombre para se "renta social, ayudas para energía".