Los tres miembros de "Ultra Boys" arrestados el pasado martes por su supuesta participación en la agresión neonazi en un establecimiento de Cimadevilla en la madrugada del pasado 8 de abril, fueron puestos en libertad ayer tras prestar declaración ante el titular del Juzgado de instrucción número 5 de Gijón, Juan José Laborda, que se encontraba de guardia.

El magistrado adoptó esa decisión a pesar de que la fiscalía había solicitado el ingreso en prisión de uno de los arrestados, al parecer debido a su supuesta participación en un episodio violento precedente. El juez sí aceptó la petición de la fiscalía de imponer una orden de alejamiento para los tres investigados de 500 metros del bar de la calle Óscar Olavarría, en Cimadevilla, en el que se produjo la agresión neonazi del pasado 8 de abril. El juez también les ha impuesto la obligación de comparecer quincenalmente en el Juzgado, como medida cautelar.

Con el arresto de estos tres ultras, la Brigada de Información de la Comisaría dio por cerrada la operación para esclarecer la agresión que tuvo lugar cuando un grupo de encapuchados con emblemas nazis, armados con barras de hierro, martillos y mazas, entraron de madrugada en un pub de Cimadevilla en el que miembros del club de fútbol Ceares celebraban una fiesta y en el que también había otros clientes.

Los encapuchados supuestamente comenzaron a golpear a los asistentes, originando una brecha en la cabeza a uno de los clientes del local. La Policía arrestó en total a ocho "ultra boys" -incluyendo los liberados ayer- por su supuesta particicipación en estos hechos, tras revisar las imágenes grabadas por cámaras de vigilancia de fuera del local. Tres de los ocho detenidos fueron enviados a prisión la semana pasada por orden de la titular del Juzgado de instrucción 4, Ana López Pandiella, que fue quien les tomó declaración. Uno de los que están en prisión provisional desde entonces está siendo investigado por un supuesto delito de lesiones, al abrir supuestamente una brecha en la cabeza a un cliente del local y también por un supuesto delito de desórdenes públicos, al igual que los otros dos encarcelados. Para que la magistrada adoptara la decisión de ingresarlos en prisión fueron determinantes sus antecedentes.

En cuanto a los tres ultras que quedaron libres ayer seguirán como investigados por un supuesto delito de desórdenes públicos. Los tres arrestados tienen 24, 29 y 36 años de edad. Los tres negaron ante el juez que hubieran participado en los hechos, en contra de lo que sostiene la Policía.

Los arrestados que hoy han quedado en libertad también eran conocidos de la Policía por supuestas trifulcas y riñas anteriores. Fueron detenidos gracias a las grabaciones de cámaras de seguridad que aportaron a la Policía el Ayuntamiento, entidades financieras y establecimientos de ocio de la zona. La Policía también va a facilitar al juez la identidad de otras personas que supuestamente acompañaron a los presuntos agresores, pero sin participar directamente en los hechos.