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Pleno extraordinario de distinciones y honores

Siete magníficos de Gijón

La ciudad "adopta" a Santaclara y otorga las medallas al Hostelcur, la Escuela Politécnica, "Mar de Niebla", la Cultural Gijonesa, los belenistas y la Federación de Peñas Sportinguistas

Las jugadoras del Hostelcur, con su quinta Copa de Europa. JUAN PLAZA

El sacerdote José Antonio García Santaclara ya sabe lo que es subirse a un escenario para recibir una distinción del Ayuntamiento de Gijón. Lo hizo el día de San Pedro de 2015 como presidente de la Fundación Siloé a la que se concedió la medalla de plata de la ciudad. Pero esta vez él es el protagonista. "Santa", como se le conoce, recibirá el título de hijo adoptivo de Gijón en la sesión plenaria extraordinaria convocada para este mañana en la Casa Consistorial. Es el único nombre propio en un Pleno en el que se votará también la concesión de la medalla de oro de Gijón para el Club Patín Solimar y se reivindicarán medallas de plata para la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (EPI), la Fundación por la Acción Social "Mar de Niebla", la Federación de Peñas Sportinguistas, la Sociedad Cultural Gijonesa y la Asociación Belenista de Gijón. La decisión sobre la concesión de estos nuevos honores -propuestos desde las filas de Foro, PSOE, Xixón Si Puede, PP, IU y Ciudadanos- se toma hoy aunque el acto oficial de entrega de distinciones será el próximo 29 de junio, festividad de San Pedro en Gijón.

José Antonio García Santaclara. Hijo adoptivo de Gijón. Nacido en Morcín en 1943 ingresó con 12 años en el internado de misioneros de "los Sagrados Corazones" para cursar el bachillerato tras pasar por el colegio La Salle de Mieres. Tardó años en conseguir el sueño adolescente de entrar en el Seminario de Oviedo pero mientras tanto hizo vida monástica en órdenes como los trapenses y los hermanos de San Juan de Dios. Y también desde muy joven se comprometió en la ayuda a los más necesitados de la sociedad: empezando por los enfermos mentales. Luego llegaría el Teléfono de la Esperanza, el trabajo con inmigrantes en Francis, los presos en El Coto, los enfermos de sida, los niños sin familia, las personas con discapacidad intelectual...

Se ordenó sacerdote con 36 años y su primer destino fue como coadjutor en el barrio avilesino de La Luz. Tras volver de París se incorpora a la gijonesa parroquia de San Lorenzo antes de ser nombrado capellán en la antigua cárcel de El Coto. Gijón es su parada definitiva y desde Gijón constituye a finales de los 80 la asociación Siloé con una casa en Mareo para enfermos terminales, muchos de ellos marcados por el estigma social de tener VIH en aquellos años. También estuvo en la fundación de la asociación "Chavales en libertad", que supuso un antes y un después en la atención a menores en Asturias. Una organización que en pocos años pasó de tener un centro para menores a tener cinco hogares funcionales, una granja escuela, proyectos de trabajo en invernaderos y dos locales para actividades. Al final Siloé absorbió a la asociación Chavales y en 1999 se constituyó la Fundación Siloé.

Club Patín Gijón Solimar. Medalla de Oro. El club -que ahora todos conocen como Hostelcur por razones de patrocinio y antes fue Biesca por la misma causa- nació en el barrio de La Calzada en el verano de 1995 como heredero del Club Patín Algodonera 81, al que se vinculan históricos del hockey sobre patines de la ciudad como Rufino Ballesteros o Fernando Sierra. Los primeros años fueron duros pero el ánimo no decayó y, desde el principio, hubo un compromiso con el barrio y con el deporte femenino. Un sello de identidad que ha dado más frutos de los esperados desde la pista de La Algodonera.

En la temporada 2002/03 las chicas ganan el título de la Liga Norte Astur-gallega y participan por primera vez en el Campeonato de España. Nada para quienes ahora suman dos ligas, tres copas de la Reina y cinco copas de Europa. El mejor palmarés deportivo por clubes de Asturias. Más allá de los títulos, el Solimar puede presumir de mantener con el paso de los años unos valores propios como club en cuanto a la defensa de la igualdad en el deporte entre hombres y mujeres, el compromiso con una comunidad y un barrio como es La Calzada y la lucha por hacer cantera en el hockey.

Asociación Belenista de Gijón. Medalla de Plata. La entidad nació en 1958 de la mano de un grupo de gijoneses muy vinculados a las tradiciones navideñas. Su primer presidente fue Bonifacio de Lorenzo que, en los años ochenta, era también el presidente de la Federación Nacional de Belenes, que organizó su encuentro de 1985 en Gijón con la participación de 450 belenistas.

A lo largo de sus 60 años de vida, la entidad ha puesto en marcha la revista "El Portalín", el trofeo Gelos y varios cursos didácticos. Uno de sus trabajos más conocidos es el belén monumental que desde 2009 tiene espacio reservado en el Antiguo Instituto. En esa evolución han tenido mucho que ver las dos mujeres que asumieron la presidencia tras Lorenzo: Raquel García Vázquez y Plácida Novoa Coomonte.

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