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La matrícula en Infantil sigue sin recuperación en Gijón, con menos unidades y centros con excedentes

Educación ofertó 1.960 plazas de 3 años y la previsión inicial ronda las 1.700 solicitudes, con más caída en la pública

Solicitudes de matrícula en un centro gijonés. MARCOS LÉON

Los colegios y escuelas infantiles de la región cerraron ayer el plazo inicial de presentación de nuevas solicitudes de matrícula y la vista en Gijón estaba puesta, como es habitual, en las unidades de infantil de 3 años. Un curso que se considera básico para la entrada en la red educativa y del que depende, en gran medida, el futuro de los centros, por lo que implica de poder mantener las unidades y plantillas o sufrir la incertidumbre en los próximos años.

Los primeros datos provisionales que ofrecen las direcciones de los centros -con la cifra excacta de solicitudes sin pulir, a falta del registro oficial en las bases de datos de la Consejería- dejan claro que si bien la caída de matrícula no ha sido tan llamativa como la ocurrida hace dos años. Aunque en esta ocasión la oferta de unidades y por tanto de plazas ya estaba más ajustada por parte de la Consejería, por lo que el desfase entre lo previsto y la realidad no resulta tan llamativo como fue en el 2016.

En Gijón la oferta de puestos de 3 años en la red pública ha sido esta vez de 1.960 plazas (1.339 en la red pública, compuesta por treinta colegios y cinco escuelas infantiles, y 621 en la concertada, con doce colegios y un centro infantil). Las estimaciones primeras que se lograban ayer es que la red pública tuvo en torno a 1.070 peticiones, casi 270 menos de las posibles y menos de las que se formalizaron el pasado año, y la concertada 639, algo más que en 2017 y dieciocho más que los puestos que se ofertaban.

En la red pública fueron 9 los colegios que cerraron este período con más solicitudes que puestos tenían (fue el caso de los colegios Asturias, Atalía, Martínez Torner, Honesto Batalón, Jovellanos, Piñole, Pinzales, Campoamor y Río Piles). Y en la concertada seis colegios tuvieron cifras al alza: La Asunción, Inmaculada, San Miguel, Montedeva, Dominicas (Virgen Mediadora) y Virgen Reina. En el año 2017 habían sido más los centros que tuvieron alumnado sobrante, ya que fueron 19 en total. Y el volumen de alumnos en la red pública podrá estar en unos 70-80 alumnos menos de los que pidieron entrada hace un año. En los centros con excedentes las cifras son menos abultadas que eran otros años.

"Qué le vamos a hacer. Es lo que hay. De donde no hay, no se puede sacar", admitían ayer con desesperanza las directoras de varios centros locales. "Se trabaja muchísimo por darle visibilidad a los centros, por que se vea el gran trabajo que se hace en los colegios, pero la realidad es la que es y no hay niños", indicaba una veterana responsable de un colegio público. "Los colegios con tres unidades de infantil van a la extinción", aseguraba otro experto.

Así que el escenario educativo en Gijón dejará para el próximo curso menos alumnos en primer curso de infantil y, es posible que también menos unidades. Sólo era evidente que el colegio Nicanor Piñole, en Contrueces, propondrá de nuevo a la Consejería la apertura -como el año pasado- de una segunda unidad de tres años, dada la alta demanda lograda. De hecho, es el colegio de todo el municipio con más excedentes, ya que las 23 plazas que ofertaban se convirtieron en 42 solicitudes. Demostrando de nuevo que la presión de las familias jóvenes está en la actualidad concentrada en el barrio de Nuevo Roces. También mantuvo su fuerza el Jovellanos, el Atalía y el Torner, entre otros.

En la concertada, este año tanto el Codema como La Inmaculada y La Asunción contuvieron su tradicional alta demanda. El Codema vivió "la situación ideal, la de llenar sin tener que dejar a ningún alumno fuera", como comentó su director Simón Cortina. Entre los centros con más demanda estuvieron el San Miguel y el Montedeva.

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