Los representantes tanto del Veriña y del Arenal -los dos equipos que disputaban el partido en El Tragamón en el que ocurrieron los hechos- actuaron rápidamente y para garantizar en todo momento la dignidad del deporte. Solventaron el conflicto y luego tomaron las medidas oportunas y correspondientes. El Veriña optó por una reunión de urgencia, tras disculparse ante el árbitro por lo ocurrido, y decidió expulsar al joven del club de fútbol.

"Participo con fuerza en las jornadas contra la violencia en el fútbol y en favor del el fair-play; ya puedo tener a un futbolista de la clase de Maradona, me es indiferente, si el comportamiento no es el adecuado, se va fuera del club", defiende el presidente del Veriña, Gonzalo Llano. "No es la primera vez que expulso a un futbolista del club, incluso por temas menos graves que este, como por ejemplo increpar a un juez de línea desde fuera del campo", añade. El máximo responsable del club gijonés explica que es "el tercer o cuarto caso de este tipo que nos sucede y vamos a mantener la misma línea; en el Veriña no consentimos ningún tipo de acto de este tipo, tolerancia cero", garantiza. El compromiso del Veriña es claro pues "entendemos que estamos para formar personas en la medida de lo posible, queremos jugadores y padres que tengan el perfil de colaborar en ese aspecto; no deben de suceder este tipo de actos en ninguna parte, tampoco en un terreno de juego". Por último, Gonzalo Llano quiso enviar un mensaje al otro equipo y los aficionados. "Queremos disculparnos con todos, con el Arenal, con sus aficionados, con el árbitro y con todos los que acudieron a El Tragamón y vieron el bochornoso espectáculo; no lo podemos consentir, hay que erradicar este tipo de comportamientos que excede a lo que es el deporte. Se han tomado las medidas que se deben de tomar y de la forma más veloz posible. Nada más que leí el acta fuimos tajantes, no puede volver a jugar con nosotros".