Pese al orbayu, la sidra pudo ayer con el agua en La Calzada. A los pies de la iglesia de Fátima, los fieles escanciaron culinos sin parar para una multitud. También hubo comida: bollos preñaos, empanada y chorizo. Una espicha en toda regla bajo el techo de los paraguas.

"¿Quién quiere un culín? Señora, ¿usted?". Carlos Velasco, vestido de traje, sirvió decenas de vasos con ayuda de un escanciador automático. "Vaya, ya me manché el pantalón", decía mientras cambiaba de botella. Su compañero Jesús Paniagua prefirió levantar el brazo y escanciar al modo tradicional. Chiscose bastante, aunque más mojó la intermitente lluvia.

"Es una fiesta preciosa", resumía María Teresa San- Segundo, mientras comía un bollo preñao. Las bandejas de comida recorrían la explanada del templo en manos de Clara Vega y Ana Llorca. "Cambió mucho la parroquia en estos 25 años... Y ahora estamos encantados con el nuevo párroco (Eduardo Zulaiba); es muy agradable y le pone mucho empeño. Hemos tenido mucha suerte con él", aseguró Llorca.

Un cura moderno

No fue la única que priopeó al cura. También lo hizo Juli Juan, "la de Cáritas": "Es extraordinario y moderno". Para esta colaboradora de la parroquia, ayer fue "un día grande" con la asistencia del Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. "La misa fue preciosa; me hizo mucha ilusión que viniese el Arzobispo", añadió María Teresa Sansegundo.