Pequeños gestos que demuestran la importancia de ciertas personas que, a menudo, pasan desapercibidas. Las trabajadoras del supermercado Familia situado en la calle Uría mantienen desde ayer un pequeño altar en homenaje a Chema, un mendigo que solía pedir a las puertas de este establecimiento de la zona centro de Gijón acompañado por su perra "Maus". El objetivo: recordar al sintecho recién fallecido.

"Se empezó a encontrar mal y lo llevaron al hospital pero no pudieron hacer nada por él", señaló una testigo de los hechos. El hombre acudía cada día a la puerta del supermercado y su ausencia no será fácil de olvidar para quienes lo veían a diario, también en la esquina de Corrida con Zarracina. Muchas personas se paraban a hablar con Chema, un hombre siempre amable y muy simpático que se hizo querer por casi todo el barrio de La Arena. De hecho, era frecuente que incluso algunas vecinas de la zona lo invitaran a desayunar en algún bar, y siempre tuvo una palabra amable para todos los que se interesaban por su vida.

Cuando pedía sentado en la calle siempre tenía ante sí un cariñoso cartel manuscrito agradeciendo de antemano la colaboración de quienes le echaban unas monedas. Ahora, un puñado de velas y algunas flores le recuerdan con un cariñoso mensaje: "Gracies a ti, Chema".