La Coordinadora Ecologista de Asturias ha denunciado que esta madrugada se han producido picos de contaminación en el Lauredal, en Gijón, con un incremento a las tres de la madrugada "alcanzando valores espectaculares que dan idea de la gravedad del problema", señala el portavoz del grupo ecologista, Fructuoso Pontigo. A esa hora la contaminación por PM 10 subió un 540% respecto a la medición de la hora precedente. El Lauredal es una de las zonas de Gijón con mayores problemas por la polución ambiental.
Los ecologistas señalan que la unidad móvil de medición de la contaminación que el Ayuntamiento de Gijón tiene estacionada junto a la urbanización de El Lauredal se llegó a esa hora de la madrugada a registrar un valor de 128 microgramos por metro cúbico de aire e partículas inferiores a 10 micras (PM 10). Aunque ese no fue el pico más alto durante la pasada madrugada en El Lauredal, ya que a las siete de la madrugada se alcanzaron los 139 microgramos de PM 10 por metro cúbico de aire, la Coordinadora destaca que a los 128 microgramos de las tres de la madrugada se llegó partiendo de un nivel anterior de tan sólo 20 microgramos de PM 10 por metro cúbico de aire.
El grupo ecologista resalta que "los picos de contaminación por PM 10 no están regulados en Asturias, a pesar de los anuncios del Principado de su regulación. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó unos valores límite para partículas de 20 microgramos por metro cúbico de aire de medía anual para las PM 10 y un valor de alerta con una media diaria de 50 microgramos por metro cúbico de aire, mientras que la tolerante normativa española está en 40 microgramos de medía anual y de 50 microgramos para las 24 horas para las PM 10".
Pontigo también recuerda que "los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias por enfermedades respiratorias de acuerdo a un estudio epidemiológico realizado por la consejería de Sanidad del Principado de Asturias y presentado el año 2016".
Sanidad está elaborando ahora otros dos estudios complementarios, uno de ellos ampliatorio del primero, sobre varias enfermedades respiratorias y circulatorias en base a los mismos datos recogidos entre 2003 y 2015; y un segundo estudio para detectar zonas de alto riesgo en el concejo de enfermedades circulatorias y respiratorias, asociadas a los niveles de contaminación que soportan. Ese estudio se hará con datos de los ingresos hospitalarios en urgencias entre 2016 y 2018.
La Coordinadora señala que "la evidencia científica no sugiere ningún umbral por debajo del cual no se prevean efectos adversos en la salud tras la exposición a los contaminantes" y que aún por debajo de los niveles de calidad de aire considerados como seguros por la legislación ambiental, los contaminantes se asocian con efectos nocivos sobre la salud.
