Los primeros trabajos para la restauración del “Elogio del horizonte”, la obra de Eduardo Chillida situada en el Cerro de Santa Catalina que se ha convertido en uno de los símbolos contemporáneos de Gijón, están en marcha. Esas labores consisten en una toma de muestras para analizar el estado del hormigón de una escultura que se inauguró el 9 de junio de 1990.

El arquitecto Lorenzo Fernández Ordóñez, perteneciente al Estudio Guadiana y socio de Innova Concrete, es el técnico encargado de unos trabajos que han requerido de la instalación de una grúa y andamios de dieciséis metros de altura. Son necesarios para acceder a la parte superior de una escultura de 500 toneladas de peso.

El monumento de Chillida, el gran artista vasco que falleció en 2002, cumplirá tres décadas en 2020. Se trata ahora de hacer un escaneado en tres dimensiones del monumento, un canto de elegantes geometrías a la libertad y la apertura -y el eje de una experiencia de la mirada-. Según informó este diario el pasado 24 de abril, el objetivo es localizar el armazón de acero y proceder a extraer esas catas de hormigón, material expuesto a las erosiones del viento y el salitre.

El paso siguiente, una vez conluido el diagnóstico, consistirá en la aplicación de innovadores materiales que permitan el relleno de los desconchones y grietas. Frenar el deterioro ambiental de una gran escultura tan expuesta es, en definitiva, una operación con la que InnovaConcrete ejecuta un proyecto para la conservación de obras monumentales en hormigón. Esa iniciativa tiene un presupuesto de siete millones de euros, con finanaciación de la Unión Europea (UE). Y se ejecutará en siete siete significativos monumentos de hormigón.