"Pedimos calma y respeto porque está en juego la dignidad e intimidad de dos personas; estamos seriamente preocupados por la situación, pero nada más tener conocimiento activamos inmediatamente todos los protocolos previstos para situaciones de emergencia". Con estas palabras respondió a la noticia el director del colegio San Miguel, Miguel Ángel Campos, ante la supuesta relación que mantenían una profesora y un alumno, menor de edad. Desde el centro aseguran que están trabajando desde que tuvieron constancia del hecho -sostienen que desde el pasado jueves 17 de mayo- para esclarecer lo ocurrido y, en todo momento, han intentado mantener intacta la intimidad del alumno y la reputación de la profesora. Es por ello que, "debido a lo delicado del asunto", tratarán el tema "con la debida cautela y discreción, pensando siempre en el bien del alumnado".

Una vez se activaron "todos los protocolos previstos para este tipo de situaciones" se procedió a apartar de sus funciones a la profesora mientras duran sus pesquisas, que comparten con "los organismos de inspección responsables del buen funcionamiento de los centros educativos", que también están al tanto de lo ocurrido. Luego, defienden, "el centro tomará las medidas oportunas que requiere la situación asumiendo su responsabilidad". Sí han querido dejar claro que la maestra implicada ni impartía clases al alumno ni nunca fue profesora suya.

Miguel Ángel Campos confirmó ayer que el joven ya se ha reincorporado al día a día del centro puesto que "en absoluto ha cometido ninguna irregularidad". También ha querido recordar que el colegio San Miguel, en el barrio de Pumarín, cuenta con "una trayectoria, estilo y valores que son de sobra conocidos" y que "sigue la misma línea y ningún acontecimiento puede apartarle de ella". "Los protocolos existen pero nadie está libre de que algo así pase, no es algo agradable ni beneficia a nadie", reflexiona el director.