Ni una palabra más alta que otra. Ni un reproche. Ni un "y tú más". Ni un "porque yo lo digo". Medio centenar de escolares gijoneses - integrantes del Consejo municipal de infancia y adolescencia reconvertidos por una mañana en concejales de su ciudad- demostraron ayer a los ediles de verdad que hay otras formas de hacer política. Y que ellos, los más pequeños, tienen ideas para mejorar Gijón. Ideas que no incumplen la regla de gasto ni chocan con las imposiciones de unas siglas políticas.

La "alcaldesa" Sara González Sión, apoyada en su nuevo cargo por la regidora Carmen Moriyón y la vicesecretaria municipal Inmaculada Fernández, moderó un debate centrado en la prevención de la violencia y los malos tratos entre iguales. La temática sobre la que han trabajado en los últimos meses "¿Cómo te gusta que te traten? ¿Cómo te sientes cuanto te tratan mal? Esta claro que preferimos que nos traten bien pero hay veces que las cosas van demasiado lejos y hay gente que sufre por ello", explicó Jacqueline Pérez como antesala a la enumeración, por parte de otros miembros de la Corporación, de las ideas para que los buenos tratos triunfen en el Gijón de niños y adolescentes.

Irene Carralero se encargó de enunciar propuestas para acabar con los problemas de convivencia como transformar en zonas de juego naves industriales, casas o solares abandonados, reubicar el mobiliario de las aulas de tal manera que las mesas se coloquen en círculo para que nadie de la espalda a un compañero o llenar de color y música los pasillos de los colegios. A Jonathan Álvarez le tocó plantear las posibilidades de dedicar a una hora a la semana en los colegios a que los alumnos se conozcan entre si, favorecer que los chicos y chicas se sienten por parejas para relacionarse e instalar en los centros educativos un panel de sentimientos para publicitar desde el anonimato esas situaciones de malos tratos.

El compromiso de los peques fue más allá de poner las medidas sobre la mesa. También se comprometieron a ejecutarlas, como explicó Nicolás Rendueles, ofreciendo la colaboración de todos para limpiar espacios comunitarios, diseñar campañas de concienciación, organizar talleres de buenos tratos... "Tomo nota", dijo la regidora Moriyón al recuperar su cargo tras el final de la singular sesión plenaria.

"Hemos trabajado mucho para ayudar a que nos tratemos mejor" sentenció Elena Somiedo apoyada en su discapacidad por la voz de Yago González.