Miguel Ángel Murillo, alumno de 14 años del instituto Padre Feijoo, fue ayer Oliver Button para el público del salón de actos del Ateneo de La Calzada. El joven se metió en la piel de un niño al que no le gusta jugar a la pelota, sino bailar. Y por eso sus compañeros lo llaman "nena". Pero Miguel Ángel bailó, se atrevió incluso con el "swish swish" y acabó vitoreado por los alumnos de su instituto. Para ellos, el gijonés no es una nena, "es un fenómeno".

Con esta frase acabó la obra de teatro que estudiantes de 8 a 16 años representaron con el objetivo de romper con el sexismo. Fue una reinterpretación del clásico libro "Oliver Button es una nena", de Thomas Anthony De Paola, dentro del proyecto de prevención de violencia de género "Otras miradas", impulsado por el Centro del Profesorado y Recursos de Gijón- Oriente y el Ayuntamiento. "Tenía ganas de participar porque estoy muy comprometido con el tema y también me gusta bailar", expresó Miguel Ángel Murillo, que tras la función fue aclamado por sus compañeros. Ni él mismo se esperaba tanto cariño. Alejandra Jiménez, Yanira Gabarré, Nazaré Jiménez, Alba González... le acompañaron con bailes y cánticos sobre el escenario. "Para bailar hacen falta solo piernas, lo mismo da que sea hombre que mujer", recalcó la coordinadora del proyecto, Mar Mediavilla.

En realidad este proyecto, titulado "Atrévete a cambiar", constó también de la presentación de los resultados de una encuesta sobre el reparto de tareas domésticas en La Calzada -predomina, como era de esperar, la mujer- y unos carteles que pretenden "darle la vuelta a los anuncios publicitarios y provocar la reflexión de quienes los vean". "El amor ni ata ni mata", "No me oprimas con las tallas", "Lee, quítate kilogramos de prejuicios sexistas" o ya el famoso (por la sentencia de La Manada) "No es no" fueron algunos de los eslóganes elegidos por el alumnado y que lucirán a partir de ahora en 24 comercios del barrio. "Los chicos en general son más reacios a participar, pero estamos contentos con el resultado", valoró Mar Mediavilla.