El Bosque de la Memoria está vivo y "no se toca". El Comité Ciudadano Anti- Sida de Asturias recordó ayer, en el IX Memorial Permanente del Sida, el "dolor" y la "incertidumbre" pasadas por la construcción de un campo de fútbol femenino, que amenazó el pasado marzo con talar más de 200 árboles y suprimir la escultura en homenaje a las víctimas. "Nos sentimos utilizados y engañados", confesó la presidenta de la asociación, Loli Fernández. Pero, a base de lucha, el Bosque de la Memoria resistió el huracán político. El campo se construirá a principios de 2019 enfrente del colegio Montedeva.

Por eso, el memorial de ayer tuvo un "significado muy especial". Así lo aseguró Loli Fernández, quien señaló que "hasta hace poco tiempo, temíamos que pudiera ser el último en esta misma ubicación". La presidenta del Comité fue la encargada de abrir un emotivo acto en el parque de Los Pericones de El Llano, al que la lluvia respetó casi hasta el final. Hubo ofrenda floral, lectura de nombres, suelta de globos y hasta el relato de un cuento.

"Fueron meses muy dolorosos, con mucha incertidumbre, en los que nos sentimos utilizados y engañados, pero ahora, una vez que ya tenemos el compromiso de que este bosque no se toca, hemos ganado no sólo esta permanencia, sino también el conocimiento y compromiso de un club de fútbol vecino que nos ha enseñado que el conocimiento y el compromiso existe también en este mundillo", leyó Fernández. Ese club es el Ceares y para él urgió un campo de fútbol. "Sólo esperamos que su generosidad con este espacio, con las personas fallecidas a consecuencia del sida, se vea recompensada con la construcción lo antes posible, del campo de fútbol que llevan tantos años demandando y poder llevar adelante una escuela para la igualdad y el respeto", apostilló. Fruto de esta "bonita unión", indicó, el Ceares celebrará hoy un torneo por el IX Memorial Permanente del Sida.

Dejando a un lado el campo de fútbol femenino, Fernández no olvidó en su discurso el motivo por el que más de una treintena de personas se congregaron ayer en el Bosque de la Memoria. En resumen, "para no olvidar", porque "hemos perdido a causa del sida a miembros de nuestra familia, de nuestra calle, de nuestro barrio, de nuestra ciudad y en definitiva de la humanidad", sentenció.

Tras sus palabras, la trabajadora social Noelia Ordires relató un cuento, escrito por ella misma, en el que pide, una vez más, "no olvidar". El cuento -infantil- convierte en protagonistas, por un lado, a dos jugadoras de fútbol -llamadas "Sal" y "Cereza"- y, por otro, a los árboles del Bosque de la Memoria. A esta entrañable lectura le siguió el recuerdo de las víctimas. Una cadena humana de al menos una veintena de personas leyeron sus nombres y lugar de procedencia. Algunos añadieron más de los escritos sobre el papel, lanzaron besos al cielo o hablaron con las estrellas. Como colofón, se soltaron globos rojos y se hizo una ofrenda floral junto al monolito del Bosque de la Memoria. Además de enfermos y vecinos, al acto también acudieron representantes políticos del PSOE, Xixón Sí Puede e IU, así como de Xega (Asociación asturiana de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) y de la Fundación Siloé. Por parte del Ayuntamiento de Gijón asistió la jefa de división de promoción social, Regla Mock.