En San Lorenzo no hubo baño de heces. Esa es al menos "la primera impresión" de la Policía Local, Bomberos y operarios de Emulsa sobre el vertido de aguas fecales que tuvo lugar el pasado sábado en la playa gijonesa. La alcaldesa, Carmen Moriyón, aseguró esta mañana que los primeros análisis apuntan que el "olor insoportable" del arenal tiene que ver con las acumulaciones de grasa en los colectores y que las intensas lluvias del fin de semana arrastraron hasta el mar. No obstante, los resultados definitivos, de laboratorio, no se conocerán hasta el jueves.

Los bañistas denunciaron el sábado que San Lorenzo olía "a mierda" y que, tanto en el agua como en la arena, había falsas espumas que en realidad eran restos de heces. Mientras que la oposición calificó lo sucedido de "desastre ecológico". "En ningún caso, ni por parte de la Policía local ni de Bomberos ni de los operarios de Emulsa, la impresión macroscópica es que hubiese heces", manifestó Moriyón. "El olor fue efectivamente insoportable, pero creemos que puede corresponder a los tapones de grasa", añadió. La alcaldesa se refiere a los restos de materias que se acumulan en las paredes de los colectores y que "no se limpian con carácter ordinario", porque "sería muy complejo, por no decir imposible". Las tormentas del sábado limpiaron, según la versión del Ayuntamiento, esos conductos, con el consiguiente impacto en la playa.

La regidora forista confirmó que la solución a este problema está en conectar el colector de Viesques, ya construido, con el pozo de tormentas del parque Hermanos Castro. Sobre este depósito, adelantó, "debería estar ya adjudicada la obra antes de que finalice el año". La oposición urge la construcción del pozo, que "debería haberse acabado en 2015".