Un informe pericial encargado por el juzgado de lo mercantil de Gijón revela que dos empresas médicas declararon a Hacienda haber pagado a Carmen Moriyón 31.554,67 euros por sus servicios profesionales entre 2010 y 2013, un periodo que en parte coincide con su primer mandato en la alcaldía de Gijón, cargo al que accedió el 11 de junio de 2011. El informe deberá ser ratificado por su autor en el juicio que está previsto para el 23 de octubre en la citada sede juidicial con sede en Gijón, en el que se dirimirá si Moriyón tiene algún responsabilidad en la quiebra del Instituto de Patología Mamaria Covadonga, para el que trabajó antes de prestar sus servicios en las otras dos firmas médicas. Por su vinculación al Instituto Covadonga, Moriyón ya tuvo que afrontar otras dos demandas penales y una civil, de las que salió airosa y una cuarta demanda civil que fue retirada.
Fuentes próximas a la Alcaldesa señalan que Moriyón no llegó a ingresar esos fondos, sino que "ni el sanatorio de Begoña ni el Igualatorio Médico le transfieren ese dinero, sino que se dona a una institución benéfica, aunque se lo imputan fiscalmente a ella", por lo cual esa actividad en realidad le está acarreando un coste económico, sostienen.
La actividad profesional en cuestión, que sigue manteniendo en la actualidad, consiste en las revisiones periódicas de pacientes a las que Carmen Moriyón, cirujana de profesión, operó en su día. La Alcaldesa ya había indicado en 2012 -tras una polémica en el Ayuntamiento por que mantuviera su actividad profesional al tiempo que ostenta el bastón de mando- que había dejado de operar. Aún así, continúa efectuando revisiones a pacientes, para lo que cada tres semanas pasa consulta aún hoy en el Hospital Begoña a clientes de este centro o de la aseguradora citada.
La relación profesional de Moriyón con ambas empresas médicas es una de las cuestiones analizadas por el perito judicial, a petición del exnotario Ángel Torres y de Luis Fernández Álvarez, quienes instaron el concurso necesario de acreedores del Instituto Covadonga y que reclaman al juez que declare a Moriyón como administradora de hecho del mismo, lo que le acarrearía responsabilidades patrimoniales por la quiebra de esa empresa de la que figura como socia y para la que prestó servicios profesionales. El notario jubilado y su socio, representados por el abogado Marcelino Abraira, reclaman al juez que condene a Moriyón solidariamente con las dos empresas médicas para las que trabajó tras dejar el Instituto de Patología Mamaria, a aportar 491.000 euros a la masa activa de la quiebra de esta sociedad. El Instituto acumula unas deudas de 328.000 euros, de ellos 160.000 con los demandantes. El exnotario es el que salió peor parado, pagando las letras de un mamógrafo digital que acabó averiado e inservible y ahora está valorado en unos 2.000 euros.
La tesis de la demanda es que Moriyón optó por marcharse del Instituto Covadonga a las otras empresas médicas en plena negociación entre ambas para la adquisición del Instituto Covadonga, lo que habría dado al traste con esas negociaciones. Además, se afirma que Moriyón era la administradora de hecho de la sociedad quebrada y que se llevó clientes de la misma al nuevo centro sanitario al que se vinculó.
Carmen Moriyón era la única de los cinco socios del Instituto de Patología Mamaria Covadonga con conocimientos del sector médico. Dejó la empresa a mediados de 2010 y pasó a prestar sus servicios en el Hospital de Begoña.
Con ella también se fue la radióloga que la asistía en el Instituto Covadonga y cuyos emolumentos en el Begoña fueron notablemente superiores a los de Moriyón. Como ejemplo, mientras en 2011 el Sanatorio Begoña declaró un pago a la cirujana de algo más de 6.000 euros, a la radióloga le pagó 52.800 euros. El perito obtuvo tanto los 31.554,67 euros de pagos declarados a Moriyón entre 2010 y 2013, como los 75.300 declarados a la radióloga entre 2010 y 2011 a partir de las declaraciones informativas sobre retenciones e ingresos a cuenta del IRPF del Hospital Begoña y del Igualatorio.
El informe pericial también señala que 69 pacientes del Sanatorio de Begoña lo habían sido del Instituto de Patología Mamaria Covadonga. De ellos, 30 comenzaron a ser pacientes del Hospital de Begoña en 2010 o con posterioridad. Otra de las conclusiones del perito es que a finales de septiembre de 2010, poco después de que Moriyón dejara el Instituto Covadonga, el Igualatorio adquirió un mamógrafo digital con un accesorio por 225.186,51 euros y un ecógrafo digital por 52.316,26 euros. Se trata de equipos del mismo tipo de los que había en el Instituto Covadonga.
