Uno de los acusados por el caso Germán, Imad A. -en prisión cautelar desde el día después de la brutal agresión al joven camarero-, aceptó ayer una nueva pena de cárcel, de un año, por agredir junto con otras personas a un policía nacional fuera de servicio, al que patearon en el suelo en reiteradas ocasiones, y que iba acompañado de un amigo. Con esta nueva condena, pactada con la Fiscalía, Imad A. suma ya 4 años y 10 meses de prisión, a la espera de que se inicie el caso por la brutal agresión a Germán. Se da la circunstancia además de que Imad A. ha sido ya condenado por los tres juzgados de lo Penal existentes en Gijón.

Los hechos ayer juzgados y por los que el joven de origen marroquí aceptó una pena de 6 meses de prisión por un delito de lesiones y otros 6 meses por atentado contra la autoridad, ocurrieron la madrugada del 21 de mayo de 2017. Según relataron las víctimas de la agresión, un grupo de varias personas comenzó a increpar a los dos agredidos. Uno de ellos, policía nacional que se encontraba de permiso, les instó a que depusieran su actitud amenazante, llegando incluso a identificarse como miembro del cuerpo, algo que Imad A. negó en su turno de última palabra. Lejos de calmarse los ánimos, los jóvenes la emprendieron a golpes con él y con su amigo, al que llegaron a tirar al suelo y, una vez allí, le propinaron sucesivas patadas como se puede ver en un vídeo publicado por este medio en su versión web. "No me dieron mucha confianza, iban buscando jaleo", resumió el agente agredido, que identificó a los dos acusados.

El segundo de ellos, Illán M. A. defendió ayer su inocencia, al reiterar que "yo no tuve nada que ver, saludé a Imad y me fui, no estaba con ellos". Una máxima que apoyaron los testigos que ayer declararon, unos testimonios que "no tienen ningún valor al ser sus amigos", como enfatizó el Ministerio Fiscal, que interesa una pena de un año de prisión por lesiones y otro por atentado contra la autoridad. Illán M. A. también se encuentra ingresado en el centro penitenciario de Asturias por su supuesta implicación en el asalto "ultra" a un pub de Cimavilla. Su defensa pide su libre absolución al entender que "no existen pruebas de que participase en la agresión".