El "Castillo de Salas" embarrancó frente a la costa gijonesa el 11 de enero de 1986 con cerca de 100.000 toneladas de carbón en sus bodegas. Más de tres décadas después muchos expertos consideran que las manchas de carbón que aparecen en el arenal de San Lorenzo de manera recurrente proceden de ese cargamento.

Pero ni esa reflexión esta documentada científicamente ni es compartida por todos. Hay quien piensa que son vertidos procedentes del Musel o descargas ilegales de algunos buques que pasan por la zona.

Para acabar con esa "desconfianza", en palabras de la Alcaldesa, Carmen Moriyón, el Ayuntamiento tomó la decisión de buscar una muestra de ese carbón original para cotejarla con la última recogida sobre la arena en una de esas "mareas negras" que tan mala imagen dejan de la principal playa local.

Sorpresa y decepción. Los técnicos municipales no han encontrado ninguna muestra original conservada en ninguno de los organismos consultados. Especialmente el Instituto Nacional del Carbón. Así que el equipo de gobierno de Carmen Moriyón ha decidido que irán al lugar del naufragio para buscar esa muestra original. ¿Cómo hacerlo, cuando y a qué coste está aún por definir? En el Observatorio de la Playa se habló desde usar una draga a bajar un buzo. Ayer la Alcaldesa y la directora de Medio Ambiente, Clara González-Pedraz, explicaban que todos los especialistas les habían sugerido consultar con Javier Cristobo, director del Centro Oceanográfico de Gijón, como especialista. ¿Problema? Está de viaje, así que la consulta sigue en el aire.

"La mayoría de los expertos dicen que el carbón es del Castillo de Salas y creemos que lo va a ser pero vamos a hacer la comparativa para que se sepa la verdad", concretó Moriyón.