Nuevo giro en caso de la supuesta relación entre una profesora del colegio San Miguel de Gijón y un alumno, menor de edad, del mismo centro. Los padres del joven estudiante de cuarto de la ESO han optado finalmente por denunciar a la docente. Una denuncia que ambos progenitores formalizaron el pasado 25 de mayo ante la Policía Nacional y que ahora investiga el Juzgado de instrucción número 2 de Gijón, cuya titular es la magistrada Belén García Iglesias, para determinar si existió un delito penal en la actitud de la maestra, que siempre ha negado los hechos

La dirección del centro, que al tener conocimiento de los hechos apartó a la profesora de sus funciones de forma cautelar, mantiene abierta su propia investigación interna y aún no ha tomado una decisión sobre si restituir o no a la maestra a su puesto, mientras tratan de que el centro recupere la normalidad.

Desde un primer momento la familia del menor defendió la veracidad del relato de su hijo y aseguró disponer de pruebas suficientes para demostrarlo, en concreto mensajes entre ambos que pusieron en manos del centro y también de la Policía, que descartó que constituyesen un delito aunque pudiesen parecer "inapropiados". Al principio declinaron interponer denuncia alguna contra la profesora al considerar que "no queríamos hacer más daño por un error". Esa primera opinión cambió a raíz de las explicaciones que hizo la damnificada, negando todo vínculo con el menor. "No soy culpable de nada", aseveró ella. Unas palabras que despertaron el malestar en el entorno del joven. De hecho, su padre manifestó en redes sociales que tras leer las palabras de la profesora podrían cambiar de criterio, algo que finalmente se ha producido, denunciando a la maestra del colegio San Miguel.

Al existir ya una denuncia contra ella y estar el procedimiento abierto en el Juzgado de instrucción, la Fiscalía -que había anunciado el jueves una actuación de oficio- ha procedido a archivar las diligencias de investigación incoadas para determinar si existen indicios o no de infracción penal en el proceder de la docente. Una decisión que llega después de que la Fiscalía de Menores, por su parte, diese también por cerradas las diligencias de protección iniciadas para determinar si el menor implicado en los hechos podía encontrarse en situación de desamparo. Un extremo que quedó demostrado que no era cierto. La investigación judicial, por tanto, seguirá su curso habitual.

"Un asunto delicado"

"Un asunto delicado"Mientras la denuncia presentada por los padres del menor, que trata de hacer una vida escolar normal y volver a la rutina en sus estudios, desde la dirección del centro mantienen sus propias pesquisas para tratar de recuperar la normalidad perdida. "Estamos viendo y analizando todavía la información que tenemos; seguimos en fase de enterarnos de todo, preguntando y recabando más información", explican desde la dirección del centro, que cuenta con todo el apoyo del Arzobispado de Oviedo en su actuación y también de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. "Tenemos que enterarnos bien de todo para no tomar una decisión equivocada porque éste es un asunto muy delicado", sostienen desde el equipo directivo del colegio, ubicado en el barrio gijonés de Pumarín.

El jueves 17 de mayo, hace ya más de dos semanas, el director del centro, Miguel Ángel Campos, y su equipo tuvieron conocimiento del rumor que vinculaba a una de sus profesoras de Primaria, de 34 años y antigua alumna del San Miguel, con un alumno de Secundaria, de 15 años. Rápidamente activaron todos los protocolos a su alcance y se entrevistaron por separado con ambos implicados para esclarecer lo ocurrido. Desde un primer momento las versiones fueron distintas y mientras que el joven aseguraba haber mantenido una relación con la maestra desde hacía varios meses ella argumentó que todo respondía a un enamoramiento adolescente del menor hacia ella. Personal del centro confirmó que también habían visto actitudes raras, como las visitas frecuentes a la zona de Primaria que hacía el joven o sus peticiones reiteradas para ausentarse del aula. A la vista de esos hechos, se optó por apartar a la profesora de sus funciones de forma cautelar.

"La situación está más tranquila"

Ahora, semanas después de hacerse pública la noticia -que cogió por sorpresa a buena parte de colegiales y sus respectivas familias-, "la situación está notablemente más tranquila y tratamos de normalizar la situación; tenemos que vivir el día a día del colegio pensando en el bien de todos nuestros alumnos", apunta Miguel Ángel Campos. Por ejemplo, además de encarar el final de curso, esta semana pasada celebraron en el San Miguel la semana del deporte con diferentes actividades repartidas por cursos. Una de ellas fue la recreación de la fiesta de Piraguas con canoas fabricadas por los alumnos y en la que participaron alrededor de medio centenar de escolares.

Pese a ello, el asunto sigue presente y, aunque incómodo, no lo rehuyen. Todavía deben tomar una decisión, que pasa por readmitir a la profesora o proceder a su despido. En lo que se refiere al tema judicial el colegio se mantendrá al margen mientras su equipo directivo trata de reunir todos los datos para obrar en consecuencia. No obstante, mantienen un contacto fluido con la familia de su alumno, que visita con cierta periodicidad el centro.