La lonja de El Musel llevaba subastados más de 120.000 kilogramos de bocarte descargados por 30 barcos, según las cifras contabilizadas ayer, al cierre de esta edición, con otra decena de pesqueros esperando para pesar y subastar sus capturas.

Unos 70 pesqueros de cerco se encuentran desde ayer faenando mar adentro, en el tramo que va de Gijón a Lastres, en su mayoría, si bien algunos también estuvieron trabajando por la zona de Ribadesella. La concentración de la flota cerca de El Musel es lo que ha motivado esta nueva jornada de gran descarga de capturas en el Muelle de Rendiello.

La pesquería se cerrará previsiblemente en el plazo de pocos días, dado que está a punto de agotase el cupo establecido para España para el primer semestre del año (del cupo total un 90% se pesca en el primer semestre del año y el 10% restante se reserva para capturar a partir del mes de julio).

Las ventas que ayer tuvieron lugar en la lonja alcanzaron precios superiores a los de las jornadas precedentes y las compras, como viene siendo habitual, durante la costera del bocarte, fueron realizadas en su mayoría por conserveras para la producción de anchoa, si bien también hubo una parte que se comercializó para su venta en fresco.