Se trata de un delincuente habitual. "Multirreincidente", dice la sentencia que ha impuesto tres años y dos meses de cárcel a un gijonés por robar un teléfono móvil y su cargador. Le atribuye un delito de robo con fuerza después de quedar probado que fracturó el cristal de la ventanilla de la furgoneta. El procesado -condenado por robo hasta en 25 ocasiones con sentencias firmes- realizó una llamada desde ese móvil, con su tarjeta SIM, solo quince minutos después de robarlo. Pese a ello negó ser el autor de los hechos aunque las pruebas fueron determinante para volver a condenarle.