Los surfistas urgen soluciones al gobierno de Carmen Moriyón tras los últimos vertidos de aguas fecales en la playa de San Lorenzo. "Es un desastre", protesta el colectivo, que asegura que las manchas y los malos olores en el principal arenal gijonés "no son puntuales". "Lleva pasando durante todo el año, aunque son casos más pequeños. Y está comprobado: siempre coincide con días de fuertes lluvias y con la subida del río Piles", expresa Manuel Ruiz, director de Skool Surf. Precisamente ayer los representantes de las escuelas de surf de Gijón se reunieron con el objetivo de formar un frente común por el buen estado de la playa.

El colectivo no se cree que el problema sea que la lluvia arrastra la grasa acumulada en los colectores. "Tiene que haber algo más. Nos huele mal", manifiestan. Los empresarios sostiene que ellos están siendo los más perjudicados por esta situación, que en poco más de una semana se ha repetido dos veces. El primer vertido tuvo lugar el pasado sábado 26 de mayo y fueron los propios surfistas los que denunciaron un "olor a mierda" que causaba "nauseas". A consecuencia de las aguas fecales, algunos resultaron intoxicados. Las escuelas ya están cancelando incluso cursillos. "Tuvimos que anular los que teníamos programados para esta semana de colegios de Oviedo, León y La Felguera. Y otras escuelas están haciendo lo mismo", dice Manuel Ruiz.

Otea, expectante

Por su parte, el vicepresidente de la patronal turística de Asturias (Otea), Javier Martínez, advierte que "si no se soluciona ya" el problema, habrá repercusiones "negativas" para el sector. "No creo que ahora mismo nadie esté anulando una reserva por que la playa huela mal. Ahora bien, si el problema continúa, entonces sí", expresa Martínez, que añade: "Hemos tenido la buena o mala suerte, según se mire, de que no ha venido buen tiempo y el vertido se produjo cuando aún no hay muchos visitantes". Pero si continúan sucediéndose manchas en el arenal gijonés, "se estará perjudicando la imagen de la ciudad". Martínez asegura que los empresarios tienen una "preocupación lógica" por la situación.