"Estaba deseando que se publicara". Afirman los que han pasado por la experiencia, que la salida al público de la segunda novela suele producir una incómoda ansiedad. Más cuando la primera ha funcionado bien entre los lectores. Parece que ése es el caso de la escritora asturiana Julia Navas, que tiene previsto presentar hoy en el Centro Antiguo Instituto (20,00 horas) "¿Qué hay en una habitación vacía?" (Canalla Ediciones), una narración en la que, siguiendo el planteamiento de su anterior título, "Esperando a Darian", indaga en la importancia vital que tiene lo inesperado a partir de la trama de las casualidades y el destino.

"Estoy expectante y nerviosa", confirma esta autora, avilesina de 1966 que reside en Gijón desde hace años. Quiso ser periodista, pero optó finalmente por una licenciatura en Historia del Arte. Publicó su primer libro de poemas, "Confieso que he perdido el miedo", con casi cuarenta años de edad. Desde entonces, no ha dejado de cultivar la escritura: una pasión que la ha acompañado a lo largo del tiempo.

Su segundo libro de poemas, "Ombligos y universos", que también acogió hace un par de años el sello Canalla Ediciones, tuvo una buena recepción. Lo mismo ocurrió con su primera novela, que Hades publicó en 2014. Ha dicho en alguna ocasión que la música es otra de sus pasiones, una inclinación que se transparenta en ocasiones en sus textos. En el mismo año que dio a la estampa su primera narración larga, resultó ganadora del II Concurso de relatos contra la Violencia Machista, convocado por el Ayuntamiento de Terrassa.

"¿Qué hay en una habitación vacía?", donde la autora se mueve por distintos espacios físicos y emocionales, incluye una potente portada de Mariné Brandi. "Es un honor para mí", dice Julia Navas. Una obra en la que la escritora muestra, asimismo, la ambigüedad inherente a casi todo ser humano.