La Comisión Ejecutiva del PSOE de Gijón decidió ayer por unanimidad ratificar en el cargo al portavoz municipal, José María Pérez, pronunciamiento que forzó el edil tras haber puesto su cargo a disposición del partido por las críticas recibidas por un sector de la militancia en la asamblea celebrada el pasado miércoles, en la que se debatió la negociación con IU y Xixón sí Puede de una moción de censura en el Ayuntamiento. El secretario general del PSOE de Gijón, Iván Fernández Ardura, reiteró ayer que escucharán la propuesta de IU sobre la moción y que el PSOE considera que de cuajar debe encabezarla José María Pérez, como portavoz municipal de la fuerza de la izquierda más votada en las últimas elecciones municipales. La ejecutiva ya había acordado el pasado martes apoyar las negociaciones sobre la moción de censura. Ayer lo reiteró.

El asunto levantó recelos entre una parte de la militancia, que considera que la llegada a la Alcaldía de José María Pérez a unos meses de las elecciones impediría en la práctica que las bases eligieran en primarias al candidato del PSOE para los comicios municipales de 2019. Eso fue lo que llevó a Pérez a lanzar el órdago a la ejecutiva socialista, que ayer lo ratificó en el cargo.

El asunto tiene más recorrido, toda vez que un pacto con otras fuerzas políticas para la presentación de una moción de censura en el Ayuntamiento deberá ser ratificado en un referéndum por las bases del PSOE, y la mayoría de las intervenciones en la asamblea de militantes que se celebró el pasado miércoles en la Casa del Pueblo fueron contrarias a presentar la moción a un año de las elecciones.

José María Pérez había anunciado en la asamblea, que se prolongó tres horas, que ponía a disposición de la ejecutiva su cargo como portavoz municipal y llegado el caso también podría hacer lo propio con su acta de concejal. Lanzó el órdago tras las sucesivas intervenciones de militantes que cuestionaban la moción de censura contra Moriyón por razones de oportunidad en la recta final del mandato, o las consecuencias de la llegada a la Alcaldía de José María Pérez, blindándolo como candidato en 2019. Algunos militantes también rechazaron que se busquen pactos con Podemos, cuya participación sería imprescindible para moción de censura.

Fuentes cercanas al portavoz municipal vinculan las críticas más acérrimas a un sector de la militancia afín a María Luisa Carcedo y Faustino Blanco. No obstante, entre los que mostraron sus dudas sobre la moción hubo personas de varias sensibilidades, entre ellas la diputada autonómica Carmen Eva Pérez, del mismo sector que el portavoz municipal. Aparte de la de este cargo público, las restantes críticas provinieron de militantes de base, incluyendo veteranos socialistas.

Las críticas más duras velada o abiertamente vincularon la maniobra en el Ayuntamiento con los intereses del portavoz municipal, al impedir la elección de otro candidato en primarias en 2019. Fue "para evitar cualquier suspicacia" ante esos temores expresados por militantes por lo que el portavoz municipal puso su cargo a disposición de la ejecutiva, explicó ayer Fernández Ardura, quien prefirió no valorar las opiniones de los militantes.

Los estatutos del PSOE establecen que un alcalde es automáticamente candidato a las siguientes elecciones municipales, salvo que la mitad de los afiliados de una agrupación reclamen la convocatoria de primarias. Con unos 1.400 afiliados y una participación habitual en procesos electorales internos de entre 600 y 700 de ellos, una derivada de la moción de censura sería que José María Pérez se podría asegurar encabezar el cartel socialista en las elecciones de 2019.

Atacado "por un grupo muy organizado"

Así las cosas, mientras el exsecretario general de UGT de Asturias, Justo Rodríguez Braga, tomaba la palabra en la asamblea del miércoles para hacer una encendida defensa de la moción y de José María Pérez, este último enviaba a un amplio grupo de whatsapp un mensaje anunciando que iba a intervenir para poner su cargo "a disposición de la ejecutiva", al sentirse atacado "por un grupo muy organizado", según sus afines. Pérez dijo a la asamblea que consideraba que la ejecutiva no apoyaba al grupo municipal, entre otros reproches.

El colofón en la asamblea lo puso el secretario general. Iván Fernández Ardura indicó que iba a intentar encauzar la situación con el portavoz municipal, motivo por el que se celebró la reunión de la comisión ejecutiva extraordinaria de ayer. Fernández Ardura había abierto la asamblea defendiendo la moción de censura y a José María Pérez como candidato para encabezarla.

Ayer, tras la reunión extraordinaria, Fernández Ardura compareció en rueda de prensa junto a los miembros de la ejecutiva Francisco Blanco, Roberto Lena y José Luis Fernández para indicar que "la comisión ejecutiva ratificamos en su responsabilidad a Josechu, valoramos su labor, así como la del resto de concejales del grupo, como siempre ha hecho esta comisión ejecutiva", decisión adoptada por unanimidad, y reiterando su idea de que sea el edil el que encabece una moción de censura, si bien reiterando su disposición a la negociación con las otras fuerzas de la izquierda.

Fuentes próximas al portavoz municipal indicaron que esa declaración de Fernández Ardura era "lo mínimo" tras lo acontecido en la asamblea, pero que esperaban una autocrítica por parte del secretario general que "es el primero que tiene que defender ante la asamblea un acuerdo de la ejecutiva y sólo lo hizo en una intervención inicial, cuando puede intervenir en cualquier momento", lo que no ocurrió pese a la sucesión de intervenciones críticas.