Los hoteleros reconocen que las manchas contaminantes en la playa de San Lorenzo han provocado "un borrón" en la imagen turística de Asturias, pero que ese tachón en el expediente "se va con tranquilidad". El presidente de la patronal turística Otea, José Luis Álvarez Almeida, asegura que "es el momento del turismo de Asturias, no el de buscar un rendimiento político" a los vertidos en el arenal. "Tendremos que hacer un esfuerzo por mostrar lo que tenemos y de transmitir tranquilidad y sensatez", expresó Almeida, tras reunirse ayer con la Alcaldesa de Gijón.

Los empresarios aseguran que la situación en San Lorenzo "es un problema de imagen de Asturias, no sólo de Gijón", pero al mismo tiempo afirman que "los debates políticos estériles no ayudan". Por eso, apelan "al sentimiento de proteger al turismo". "Pediremos al Ayuntamiento que nos envíe los resultados de las analíticas que hagan para así trasladar a los turistas una imagen real de la playa: si está bien, está bien y si está mal, está mal", adelantó Almeida.

La regidora Carmen Moriyón también se reunió ayer con los presidentes de las federaciones de asociaciones de vecinos de la zona urbana y rural, Adrián Arias y Manuel González Posada, respectivamente. Ambos calificaron el encuentro de "satisfactorio", ya que recibieron de primera mano información sobre el estado de San Lorenzo. "El problema de fondo es que no está en marcha la depuradora", resaltó Arias, que pedirá junto al Ayuntamiento una reunión con la nueva ministra de Medio Ambiente. Por su parte, Posada cree que aparte de las precipitaciones pasa algo más: "¿Llovió? Sí. Pero es raro que justamente pase ahora que está cerca la temporada estival". Ante esa duda, la alcaldesa "se encogió de hombros", señaló el dirigente vecinal.