La feria de San Antonio fue ayer el marco elegido por el colectivo "Stop Velutina Asturias" para presentar la nueva trampa que han desarrollado para atrapar avispas asiáticas. Se trata de un artilugio mejorado respecto al que habían comenzado a usar los apicultores y fruticultores. El nuevo impide que mueran insectos autóctonos.

Las trampas originales se hacían con botellas de plástico colocadas invertidas, en forma de embudo. La nueva se ha mejorado. Por un lado cuenta con tres entradas de 8,5 milímetros que impiden que caigan en ella mariposas y abejorros. Además se abren varios agujeros de escape de 5 milímetros por los que pueden salir insectos más pequeños y se colocan cuerdas dentro de la botella para que puedan trepar hasta las salidas. Para espantar a las abejas, al zumo de arándanos que se usa como cebo se le echa algo de vino o cerveza y, para evitar que caigan en la trampa las avispas autóctonas, con un ciclo diferente, las mismas sólo se colocan en los meses en los que se reproduce la velutina.