La Asociación de Abogadas para la Igualdad se constituyó en el año 2008 para ayudar a todas las mujeres que viviesen en situaciones adversas. Actualmente cuenta con una treintena de letradas de toda Asturias que, tras la reforma del Código Penal de 2015, tomaron la decisión de personarse como acusación popular en cada procedimiento judicial en Asturias que tuviese que ver con la muerte por violencia de género. Una de las letradas de la asociación es Andrea Rodríguez García (Langreo, 1993) que fue acusación en el juicio por la muerte de la gijonesa Silvia Hernández.
- ¿Por qué decidieron ejercer la acusación popular en los casos de muertes por violencia de género?
-En 2015 se añadió la agravante de desprecio de género con la reforma del Código Penal. Es un tipo de agravante que nunca se había aplicado, era desconocido tanto para abogados como para el cuerpo judicial porque no tenían jurisprudencia al respecto.
- ¿En qué otros casos han estado presentes?
-En el de La Duquesita de Avilés. En ese caso le condenaron a 24 años porque hubo alevosía y ensañamiento, pero creo que está en fase de recurso. También, recientemente, en el de Karla Pérez, la mujer asesinada en Melilla, y en el de Silvia Hernández.
- Calificaron como asesinato la muerte de la gijonesa Silvia Hernández, pero el jurado lo vio como un homicidio por imprudencia grave. ¿Recurrirán?
-Si esto hubiera sido en un tribunal profesional no hubiesen entendido los hechos como homicidio por imprudencia grave. Si no hubieran apreciado asesinato, al menos sí homicidio con un dolo. El problema es explicar al jurado término jurídicos que no manejan como dolo eventual. Eso juega en contra. A nosotras nos sorprendió mucho, además de que entendiesen que fue por imprudencia, que apreciasen el atenuante de embriaguez porque no se acreditó en el acto del juicio, de hecho, las pruebas toxicológicas dijeron que el consumo de alcohol no era excesivo en el momento de la comisión de los hechos. Es más, creemos que entendieron mal el tema de la profundidad de las puñaladas. De todos modos, nosotras seguimos viendo que tuvo intención de matar a Silvia y por eso recurrimos.
- ¿Por qué solicitaron la prisión permanente revisable para el acusado de matar a Silvia Hernández?
-La calificación encajaba en este procedimiento, en la tipología de la víctima por ser una persona vulnerable por razón de su discapacidad. En los otros casos donde nos hemos presentado no se daban esas circunstancias.
- Con frecuencia hablan de feminicidio y lo pretenden como un delito específico. ¿Por qué?
-Por la casuística. Tenemos un problema en la sociedad. En el año que murió Silvia murieron 34 mujeres y al año siguiente aumentó el número. Hay un problema y es una lucha en la que debemos estar.
- ¿Por qué sigue pasando?
La base de todo este problema está en la educación. Este problema no se erradica de un día para otro, pero creo que se ha fallado en la concienciación social desde pequeños. Todas las personas de cierta edad madura ven que tenemos un problema, pero se debería incidir más en el tema de la perspectiva de género. Seguimos con que el médico es el hombre y la secretaria es la mujer.
- ¿Ha empeorado la situación?
-Hay comportamientos que se están normalizando y eso es peligroso. Muchas adolescentes de hoy normalizan el control de sus móviles, sus redes sociales o Whatsapp por parte de sus parejas. Tenemos un problema claro porque hay mucho control, mucho dominio hacia la mujer. Y se dan muchos casos.
- ¿Se personarán en algún procedimiento en el futuro?
-Nos personaremos como acusación popular contra Javier Ledo en el caso de Paz Fernández. Ahí tenemos el problema de la agravante de género, porque ellos no tenían una relación sentimental. O él no la reconoce por lo menos. Sí tenemos el componente de que él iba vendiéndola, llevaba una foto de ella por ahí, vendiendo sus servicios por equis dinero. Ahí sí que esta el componente de superioridad y de dominio. Lo pelearemos.
- Además de ser acusación. ¿Qué más hacen?
-Talleres educativos en los colegios es básico. También trabajamos con mujeres internas en Villabona. Queremos estar presentes en toda la vida de una mujer que se vea en una situación de vulnerabilidad, ya sea por tener una discapacidad, verse en prisión o por ser mujer.
