En estos días en los que se habla sin parar de lo sucedido con el barco "Aquarius" y sus 600 migrantes, acogidos finalmente por España, cobra especial relevancia la voz de Samia, la soprano camerunesa que llegó en patera y que ahora encandila a Asturias con su voz. Su canto enamora y este viernes actuará en un cena lírica en el Gran Hotel Pelayo en el marco del Tricentenario de Covadonga: lo hará después de haber triunfado hace unos días con una actuación en la Santa Cueva.

Samia, de 37 años y cuyo nombre real es Cynthia Zebaze, recuerda hoy para LA NUEVA ESPAÑA (lee aquí el reportaje íntegro) su periplo de un año desde Camerún, cruzando media docena de fronteras africanas pagando a mafias, hasta Ceuta, donde llegó después de lanzarse en patera desde la costa marroquí. "Pagamos unos 1.500 euros por una lancha hinchable, sin motor. Los hombres iban con medio cuerpo fuera, remando. Yo, en el centro con una esponja gigante para sacar fuera el agua que entraba", cuenta. La mar estaba agitada, "pero no tanto como para volcar la patera". Nada más cruzar la línea y entrar en aguas españolas, la Guardia Civil les interceptó: "Estábamos tiritando de frío, pero contentísimos: por fin llegamos a Europa".

Estaba embarazada y, tras pedir asilo y ser enviada a Asturias, dio a luz a su hija Ángela. Ha conseguido arreglar sus papeles con un contrato como empleada del hogar, pero sueña con vivir del canto: ahora actúa en bodas y funerales en muchas parroquias y, cada vez más, en actos sociales. Llegó a presentarse a un casting de "La Voz".

Samia tiene un mensaje para los migrantes africanos que han llegado a España en el "Aquarius". "Cuando veo a toda esa gente pienso que no les va a ser fácil. Esto es muy largo, hay que ser paciente, abrirse y luchar. Primero, hablar español, hacer cursos para integrarse, buscar empleo... Y mucha paciencia", advierte. "Este es un país muy acogedor, pero hay que buscarse la vida porque para los españoles tampoco hay trabajo. Hay que seguir luchando", añade. También cree que el número de personas llegadas en el barco es inasumible para España y deberían repartirse entre varios países.

En el reportaje, la soprano camerunesa cuenta que en África venden Europa como un paraíso, y no es lo que te encuentras al llegar. "Cada país tiene sus miserias", afirma. Y agrega: "Hay que luchar mucho aquí. Yo jamás me imaginé que tuviera que limpiar casas de los demás, pero lo tengo que hacer para ganarme la vida. Y lo hago con mucho gusto porque lo tengo que hacer. El dinero no cae del cielo: hay que buscar y ganártelo, y respetar a la gente para que te respeten a ti también. Muchos se ponen en la calle a pedir dinero y podían haber hecho formaciones, seguir estudiando... Nunca es tarde, creo yo".

Lee aquí el reportaje íntegro de Samia, la soprano que llegó en patera: una canto de esperanza para el Mediterráneo.