Primero fue el parque Isabel La Católica y ahora, el río Piles: el abandono de tortugas va a más en Gijón, con una media de 220 ejemplares recogidos al año. La cifra la aportó ayer el presidente y fundador de la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma), Luis Laria, quien advirtió de que el Piles se ha convertido en una "cloaca" de plásticos y especies exóticas. "Si vamos ahora mismo, encontraremos fácilmente entre 30 y 40 tortugas en el río", aseguró Laria, que ofreció al Ayuntamiento su colaboración. No sólo, puntualizó, para recoger animales, sino también para concienciar a la ciudadanía sobre el cuidado del medio ambiente.

La ciudad cuenta con la red de voluntarios más amplia de Asturias, una veintena, "disponibles las 24 horas del día". Carlos Solares, Alberto Estrada o Juanjo Anojo son algunos de ellos. Lo mismo rescatan focas que gaviotas que culebras. Ayer mismo recogieron una víbora en Tremañes. Pero el 90% de las intervenciones que se realizan en el concejo tienen que ver con tortugas. El Cepesma afirma que desde que se prohibió, a principios de año, liberar animales en el parque Isabel La Católica, los gijoneses abandonan sus tortugas en el Piles. Luis Laria cree que existe un problema de información, que debería de atajarse con campañas en los colegios.

"Está claro que un municipio no puede abarcarlo todo, pero para eso estamos nosotros", dice el presidente de la organización conservacionista, que pide "apoyo institucional más que económico". Los animales recogidos en el concejo son atendidos, en el caso de estar heridos, en locales o casas de los propios voluntarios y, si no pueden ser liberados en el medio natural, son trasladados a la sede de la asociación, en Luarca.

Luis Laria pone el foco también en la basura, concretamente en los plásticos que acumulan los ríos y el mar: "Queremos iniciar campañas de recogida aquí y en el resto de Asturias".