Durante setenta y cinco entregas, desde octubre de 2016, esta página dominical de LA NUEVA ESPAÑA que llamamos "Míticos de Gijón" llevó a los lectores una serie de célebres locales. Gente muy conocida en la ciudad y que además unían a esa circunstancia de ser muy populares el ser un poco heterodoxos. Muy heterodoxos algunos, francamente raros bastantes, pintorescos no pocos. Toca poner fin a esa lista este día de San Juan, pero terminar la relación de gijoneses inauditos no es fácil: hubo y hay muchos y muchas. Durante estos meses nos centramos en algunos pero el catálogo de raros sería bastante largo. Recordamos que estamos hablando de Gijón, una ciudad mundial, donde todo es posible, donde se elogia y se adora la diferencia.
El periodista Pachi Poncela escribió en el año 2010 lo siguiente: "Al fin y al cabo, si nos ceñimos a los hechos no puede decirse que Gijón sea muy distinta a cualquier otra ciudad de su tamaño y con su currículum vitae (aquí tenemos de eso, que por algo nos fundaron los romanos). En todas las ciudades hay heterodoxos, desviados, personajes de existencia estrafalaria (algunos llegan a concejales, a alcaldes no pocas veces). Lo que nos hace genuinos es la manera en que abordamos nuestra heterodoxia, cómo hacemos que la diferencia se convierta en esencia; el vicio en virtud; el error en timbre de gloria. Cómo escribimos derecho sobre renglones torcidos, y viceversa".
Lo firmamos. Y también estamos con Pachi en que la coña distingue a los gijoneses del resto de humanos, y estamos también con Juan Cueto cuando en su prólogo a "Guía indiscreta de Gijón" (1980), de Fernando Poblet, dejó escrito que el sentido del humor es nuestro rasgo diferencial: "la envidiable capacidad que tenemos los gijoneses de reírnos de nuestras propias sombras reflejadas al estilo chinesco". Para Juan Cueto, los personajes que inundan el legendario libro de Poblet son protagonistas de historias en absoluto triviales, aunque como tal las calificara el "archivo oficial de la ciudad" que las excluía del "registro académico" porque eran historias ágrafas. Fernando Poblet publicó sus andanzas y puso en la historia a Rompepinos, que era un funcionario municipal de dos metros de altura y "con doble cartilla de racionamiento", o a Alberto Alonso Blanco, "Rambal", que con el paso de los años tan bien biografió Miguel Barrero, o a La Perala, a Ojinos, Garciona, La Tarabica, El Sorni, y a cientos más. Y les puso cara, no eran de ficción, existían?
Años antes del libro de Poblet se había editado "Gijón y los gijoneses" (1976), de Mauro Muñiz, y lo mismo. Salieron a la luz personajes a los que todo el mundo conocía, a veces sólo por el apodo. Por ejemplo "El Máquina", cuya actividad social más conocida era ponerse delante de la Banda de Música de Gijón marcando el paso a los músicos. "Máquina", le preguntaban, "eso que tienes en el cuerpu ye roña o ye atrasao". "Ye ariao", contestaba El Máquina.
Algunos míticos protagonizaron esta sección estos últimos meses, pero quedan muchos más, y citamos alguno ¿Cómo es que no incluimos aquí a don Julio Somoza? Jovellanista, digamos, desde la cuna. Porque Somoza era nieto de la pupila de Jovellanos, Manuela Blanco y Cirueño de Inguanzo, de apodo "Nolina" y también "La Millona". Pupila en el sentido de huérfana acogida por Jovellanos con alojamiento y manutención. Inefable don Julio, cronista, medio sordo, cascarrabias y ejemplo emblemático del malhumorado gijonés. Tampoco, sin razón alguna, incluimos en nuestra lista la figura del mítico sacristán que tuvo la iglesia mayor de San Pedro: Julián Álvarez Pérez, "Julianón" para todos. El carácter de Julianón (hombre grandón, con enormes pies, "lo menos que del cincuenta" según Pachín de Melás, "del cuarenta y ocho", para Fabriciano) fue legendario en Gijón.
Muy popular en Gijón fue Habib Salman Sawalha, conocido por el nombre de una marca comercial como era Sapolin, y tampoco nos detuvimos en él. Sapolín era jordano de nacimiento y su tienda, de nombre Sapolin, en la calle del Instituto frente al lateral de la Iglesiona, estuvo abierta durante más de medio siglo. Fue Droguería Sapolin, Almacenes Sapolin, Tintes Sapolin? Y su no pequeño escaparate (con muñecas sin cabeza por allí, ojos de cristal para ellas por allá, botes de betún amontonados en una esquina, espectrales maniquís semidesnudos, prendas de cuero...) permanece en la memoria de varias generaciones de gijoneses y gijonesas. Olor a cuero y a tintes variados desprendía el local e inundaba la acera, y dentro, a media luz, la impenetrable figura de Sapolín.
En fin, unamos alguno más. Sumemos también a Dioni Viña, que tantas páginas gijonudas sobre el tema nos dejó, por ejemplo, en este mismo periódico; y al gaiteru que, sentado en el suelo y sin "dar la cara", veíamos hasta hace pocos años, sobre todo en La Acerona y en la calle Covadonga , y en el que vislumbramos unos enormes carrillos hinchados; gaiteru sin nombre, sin apellidos? La imagen que tenemos de ese músico es la de verlo siempre sentado, ¿caminaba?
Quedaron fuera míticos como María González "La Pondala", que en 1891 fundó su restaurante en Somió; quedó fuera la voz (y todo lo demás) de Casimiro Álvarez, y empresarias de la noche como Madame Riti ¿No es un mítico gijonés el "cantante" Goyo Ramos? Claro que sí. ¿No lo es El Radiolu, que hasta hace bien poco se sentaba en un banco de la plazuela de San Miguel durante horas, con su radio-cassette a todo volumen, del que salían solamente tonadas asturianas?
Y tantos y tantas más. ¿Habíamos dicho que Gijón ye mundial y que aquí se valora la diferencia? ¿Habíamos dicho que la "Historia de los Heterodoxos Gijoneses" tiene, como el "Libro de arena" de Jorge Luis Borges, infinitas páginas, y como su "Biblioteca de Babel", infinitos volúmenes?
Los setenta y cinco "Míticos de Gijón" glosados en la serie. Faustino Castañón "El Difuntu Castañón", Severino Díaz "Praderito", Concepción Arenal, Benigno Piélago "El Clochard de las Pérgolas", Ceferino Díaz "Pilonga", Rosa Nelly Sacco "La Gringa", Los Hermanos García Rendueles de El Jardín, Adolfo Carballo "Adolfito", Pepu Noval de Heladería Islandia, Luis Polledo "Castañeru", Massa Vaz "Escalatorres", el clown Gumersindo Cerra, Edelmira Martínez "Xavina", Doña Anita, El Gaviotu, Emilio Ceínos, Armenak Cheriguan, José Sánchez "El Pintu", Miguel Muñiz "Miguelón", Javier García "El Jaja", Algunos Andarines, Rosendo Menéndez "El Charro Incógnito", Algunos pioneros del fútbol, Regina García "La Asturianita", Luisa Álvarez, Fabriciano González "Fabricio", Algunos Protestantes, José Manuel Fernández Lorenzo "Fernández del Humedal", Manuel García "Garciona", Benito Delbrouk, Kregel Basch Lesspes "El Boer", Pedro Suárez Ochoa "Pedrito", Luis Fernández Valdés "Ludi", José María Peláez "Peltó", Leopoldo Frégoli, Patricio Adúriz, Marcelino Rodríguez "Chorín", Emilia Gómez "La Perala", Ataúlfo Friera "Tarfe", Gerard Vracoman "El hombre más gordo del mundo", Algunos Salvamentos, Calixto Alvargonzález, Jesús Fernández Duro, Joaquín Huergo "Telones", Luis Truan, Julio Martino "Turraina", Octavio "El Mercrominu" también conocido como "El Chaquetu" y como "Barrunta", Esperanza Sorribas "La mujer de las palomas·", Mariano Sierra "El Boya", José Luis Rea, Ricardo Amez "Currito", Francisco González Prieto "El Zancarru", Chaoyo Wei "El Chino de Cimavilla", Manuel Palacios "Manín de la Carne Cruda", Víctor Bango "Vitorón", Luisa Balanzat, Justo del Castillo, Mario Roso de Luna, Pepa Osorio, Loli Alonso "La Lola Flores de Gijón", Juan Gemar, Manuel Valdés "Pulgarín", Bernardo Casielles, Florentino Pereira "Morgan", Bonifacio Sánchez "Don Boni", Arturo García "Pajujo", Fernando Rodríguez "Panchano", Rosario de Acuña, Manuel Sánchez Dindurra, Manolo Fernández "El Camioneta", Manuel Meana "El Aldeanu", Algunos Faquires, José Ramón García "El Colorau", Sada Kazu Uyenishi "Raku", y Segundo Fano "El Canijo".
