"Y en la Empresa Municipal de Aguas no hay brecha... porque no hay casi mujeres". María José Carretero, técnica de la Fundación Mujeres, deslizaba este chascarrillo en la presentación de las principales conclusiones del estudio sobre brecha y discriminación salarial que ha realizado para el Ayuntamiento de Gijón comparando las realidades de 3.500 trabajadores de diez empresas y organismos municipales. Pero el chascarrillo más que una anécdota era el reflejo de la principal conclusión de su informe: "Al igual que en las empresas privadas, en las administraciones y empresas públicas existe brecha y discriminación salarial dado que están igualmente afectadas por los roles y estereotipos de género".

A su lado, la alcaldesa de la ciudad y máxima responsable de Políticas de Igualdad, Carmen Moriyón, para quien más que los números y los porcentajes lo importante de este informe son las recomendaciones que da para revertir la situación "Ahora toca ponerlas en práctica, no puede ser de otra manera para eso encargamos este estudio. Para eso y para que la sociedad entienda que también hay brecha entre mujeres y hombres en las administraciones públicas, que no es algo sólo achacable a la empresa privada". Este informe es pionero en administraciones municipales y resultado de una doble encomienda. Una desde el pacto de concertación social "Gijón Crece" y otra desde la Carta Local para la Igualdad del Ayuntamiento de Gijón.

Carretero trabaja en su estudio con los conceptos de brecha salarial no ajustada y ajustada para analizar después la discriminación salarial como "esa parte de la brecha salarial que no puede justificarse por razones distintas al sexo de la persona ocupada" al tratarse de las retribuciones que reciben trabajadores con un puesto equivalente y condiciones similares. En la EMA no se puede hacer ese análisis cuantitativo por falta de volumen de trabajadoras y en las empresas de limpiezas y transporte, Emulsa y Emtusa, se limitó a las categorías de operarios y conductores, respectivamente. El resto de la entidades analizadas son el propio Ayuntamiento, el Patronato Deportivo, las fundaciones de Cultura y Servicios Sociales y las empresas del área de Promoción y Desarrollo. El informe estudia, pero sin llegar a resultados concluyentes, el impacto de la conciliación en la carrera profesional.

Aunque restándoles importancia, el informe de Carretero da números. La brecha salarial global detectado en el Grupo Ayuntamiento es del 10,73%, que se eleva a un 15,68% si se computa solo el personal del Ayuntamiento y teniendo en cuenta el salario global hora. Si la fórmula se hace siguiendo el salario global anual el porcentaje final es 14,04%. "El quid de la cuestión está en los complementos. Su peso sobre el total de las retribuciones es superior para los trabajadores que para las trabajadoras", indicó la experta.

A la hora una trabajadora municipal cobra 1,72 euros menos que un compañero varón. El informe establece, por ejemplo, que hay sesgos de género en la asignación del complemento de penosidad y peligrosidad. Una conclusión que hizo suya la responsable de la Oficina de Políticas de Igualdad, Felisa Soria, al recordar como trabajadoras de servicios sociales municipales no cobran ese plus pero el Ayuntamiento sí entiende que están en peligro y por eso contrata personal de seguridad para esas instalaciones.

Constatado que hay brecha y discriminación salarial, Carretero ve como principales causas el sesgo de género en la definición de complementos, la mayor retribución de los puestos más masculinizados y a los que las mujeres se incorporan de manera lenta, las barreras en el acceso de las mujeres a algunos puestos por estereotipos de género y requisitos en la selección y la identificación de los hombres como mejores candidatos para puestos de responsabilidad.

¿Y qué le toca hacer ahora al Ayuntamiento para solventar la situación? El estudio recomienda seis líneas de actuación. A saber: revisar desde la perspectiva de género el sistema de clasificación profesional garantizando que no existen sesgos de género, revisar el sistema retributivo y de complementos garantizando que se retribuyen igual los trabajos de igual valor, minimizar la influencia de la utilización de medidas de conciliación sobre la carrera profesional y sobre las retribuciones favorecer un mayor acceso de mujeres a puestos en los que están infrarrepresentadas, fomentar la introducción de la perspectiva de género y favorecer la transparencia, el seguimiento y la evaluación de la brecha y la discriminación salarial. Un denso listado de deberes para la comprometida Carmen Moriyón desde la Alcaldía.