Las obras de rehabilitación y consolidación del edificio de Tabacalera y antiguo convento de las Agustinas Recoletas, en Cimavilla, estarán concluidas el próximo diciembre o, más tardar, en enero de 2019. Es una de las conclusiones a las que se llegó ayer en la comisión extraordinaria que celebró la comisión de Cultura y a la que asistieron, además, responsables técnicos municipales, de la empresa que ejecuta los trabajos (Procoin y San José) y de la Universidad de Oviedo. La otra es que la recuperación del inmueble estará lista sin que haya aún un plan de usos definido y ni siquiera dinero consignado, según los números del Plan Económico y Financiero del Ayuntamiento, para el que está considerado como el mayor proyecto cultural de la ciudad.

La concejala de Cultura, la forista Montserrat López Moro, confirmó ayer que, en efecto, no hay partida presupuestaria consignada para culminar el proyecto de Tabacalera. "No se podría ejecutar esa partida al no haber acuerdo sobre el plan de usos", justificó. Parece no obstante cada vez más claro, según explicó la representante municipal, que el Gobierno de Foro apuesta por hacer del gran inmueble de Cimavilla el Museo de Gijón. Acogería, en la línea de las peticiones argumentadas por los cinco directores de las instalaciones museísticas de la ciudad, los importantes fondos artísticos municipales. La situación de la Casa Museo Natal Jovellanos, con graves deficiencias para la exhibición y conservación de esas piezas, obliga a ofrecer cuanto antes una alternativa.

Ese planteamiento coincidente con el de los directores de los museos choca, sin embargo, con la propuesta elaborada mediante el llamado "proceso participativo" y significada a través, por ejemplo, de la Plataforma de Tabacalera. Este colectivo rechaza, junto con vecinos y hosteleros, ese exclusivo uso museístico para el inmueble. Xixón Sí Puede es el grupo municipal más cercano a ese posicionamiento.

La obra de rehabilitación y consolidación de Tacabalera está ejecuta en un 73,82 por ciento, explicó López Moro. El dinero destinado a esta fase, cuyos trabajos siguen las líneas constructivas del proyecto para hacer un museo en el edificio de Tabacalera, es de unos ocho millones de euros. La concejala hizo resaltar ayer que rehacer ese proyecto obligaría a un gasto adicional de otro millón de euros. Anteriores trabajos en el inmueble, que ocupa unos 7.500 metros cuadrados, han aportado importantes hallazgos arqueológicos que se remontan incluso a la etapa imperial romana.

La falta de una partida específica para Tabacalera con la que pudiera darse continuidad al proyecto cultural indica que, con las elecciones municipales en la primavera de 2019, tendrá que ser la próxima Corporación la que retome la iniciativa. "Llevan tres años enredando", señaló ayer Ana Castaño, de IU. Esta concejala tiene previsto plantear hoy en el Pleno de la Corporación la constitución de un grupo de trabajo para decidir el uso de Tabacalera. "Lo grave es que, por lo que sabemos, no hay dotación presupuestaria para la siguiente fase y el año próximo puede quedar en blanco", añadió.

"No hay presupuesto para nada más, por lo que vamos a tener un edificio vacío y cerrado, un contenedor sin contenido", denunció asimismo la concejala socialista Lara Martínez. Ésta calificó como "muy grave" que el proyecto cultural estrella del actual mandato quede empantanado: "En 2011 lo metieron en un cajón y, después, se inventaron el proceso participativo para alargar el asunto". La idea de hacer en Tabacalera el Museo de Gijón, coherente con lo que defienden los directores de los centros museísticos, viene de los años en la Alcaldía de la socialista Paz Fernández Felgueroso. Las obras de rehabilitación están muy avanzadas en las cuatro plantas (baja, primera, segunda y cubierta) de Tabacalera. Y casi acabadas en los sótanos: falta una impermeabilización y un muro de cierre.